Los alumnos de la Escuela Bolivariana padecen cuadros recurrentes de dengue, fiebre, infecciones respiratorias y erupciones en brazos y piernas. 9 enfermos se han registrado en las dos últimas semanas
Al menos 9 casos de dengue e infecciones respiratorias han padecido, en las últimas dos semanas, alumnos y docentes de la Escuela Bolivariana Antonio José de Sucre, situada en el sector Bicentenario III, del municipio Rafael Urdaneta, como consecuencia del colapso de la red de aguas servidas de un caserío adyacente a la comunidad educativa, que ha desatado una persistente nube de moscas verdes, zancudos patas blancas e insectos transmisores de enfermedades.
Así lo informó Lourdes Godoy, quien es representante de dos menores que cursan estudios en la referida institución, e indicó que la problemática se originó a principios de 2012 cuando colapsó la tubería central de aguas servidas y el embaulado del barrio Antonio José de Sucre, luego que el terreno cediera producto de las fuertes precipitaciones.
“Tenemos más de un año con este bote de aguas negras que afecta gravemente la salud de los alumnos y maestros de la escuela. En días pasados los docentes debieron desalojar los tres primeros salones y mudarse a otras aulas, ya que la fetidez, las moscas y la contaminación en el ambiente dificultan las actividades”, relató la madre de familia.
En este sentido, los vecinos y miembros de la comunidad educativa, quienes aseguran haber reportado la problemática a las autoridades en diversas ocasiones, reiteraron el llamado a la Dirección de Ingeniería y de Servicios Públicos de Cúa para que tomen las medidas pertinentes, pues los representantes temen por la salud de los estudiantes de primaria, quienes padecen cuadros recurrentes de dengue, fiebre, infecciones respiratorias y erupciones en brazos y piernas.
A merced del hampa
Por si fuera poco, la inseguridad también es una constante que mantiene en jaque a los docentes de este plantel, que además carece de un cercado en los patios posteriores para resguardar las instalaciones, durante la noche o en temporada de vacaciones. De acuerdo con lo relatado por Godoy, el último robo registrado en la Escuela Bolivariana Antonio José de Sucre ocurrió durante el pasado asueto carnestolendo, cuando unos pillos entraron al depósito de alimento como “Pedro por su casa” y cargaron con la leche y otros productos para el consumo de los pequeños.
“En ocasiones anteriores los ladrones se han llevado la cocina, los enseres y útiles escolares de los niños. Estamos a merced del hampa debido a que no tenemos protección ni vigilancia policial”, sostuvo.
En torno a la contaminación y a las aguas negras que corren por un costado de la institución, el profesor de Educación Física, Kendel Orta, precisó que es una problemática que vulnera el pleno derecho a la educación de los niños que acuden a esa casa de estudio. “Muchos de los alumnos padecen infecciones respiratorias o se enferman por la picadura del zancudo patas blancas”, dijo el maestro, al destacar que tanto los docentes como las familias aledañas no están exentos de las potenciales enfermedades transmitidas por las moscas y bichos que merodean a toda hora por las aulas de clases.
Temen por la infraestructura
Liliana Medida, representante de educación del consejo comunal Bicentenario III Q-E, señaló que a pesar de que la infraestructura de la escuela aún no se ha visto afectada, teme que el constante flujo de agua de excremento pueda socavar el terreno y debilitar las bases de una parte del centro educativo.
MIP-TUY Agencia/Julio Materano
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