Los vecinos imposibilitaron el acceso de las unidades del transporte público y carros particulares
Habitantes del sector La Esperanza de Cúa y de la calle El Silencio, cerraron las adyacencias al terminal de pasajeros del municipio Rafael Urdaneta, a primeras horas de la mañana de ayer, pidiendo solución a la obstrucción de la red de cloacas.
Los vecinos no permitieron la salida ni entrada de unidades del transporte público, ni vehículos particulares, apelando a las barricadas humanas y colocando cauchos en la vía. Los transportistas se vieron obligados a cargar sus pasajeros en las afueras del andén terrestre.
Unas cuarenta personas de la comunidad de La Esperanza se sienten afectadas porque la red de cloacas está obstruida y en algunos tramos existen fugas de agua constante, que generan malos olores, y esta situación les impide hasta comer.
Marisol Toro, vecina de esta comunidad, explicó que con las lluvias del pasado año las cloacas se desbordaron y hasta el presente no se ha logrado una solución.
“Se requieren ocho tubos de 8 pulgadas y cada uno cuesta mil bolívares, y nosotros somos personas humildes; además también necesitamos el dinero para pagar la mano de obra”, explicó la afectada, agregando que la Gobernación de Miranda les ofreció recursos a través de certificados, pero son insuficientes para emprender la obra.
Dijo además que el consejo comunal cuenta con recursos y nos quiere apoyar, pero la vocera de finanzas se niega y no ha dado la firma para que nos aporten el dinero y emprender la obra, “y cuando la llamamos no responde”.
Señaló que están padeciendo con esta situación desde junio del año pasado, cuando colapsó la cañería por las fuertes lluvias, y las aguas servidas corren por la comunidad y la entrada del terminal de pasajeros.
“No queríamos cerrar la vía, pero es la única forma que tenemos de presionar para ser oídos, porque ya llevamos ocho meses en esta situación”, dijo la afectada, agregando que están preocupados por la salud de los niños, ya que el estado de insalubridad está generando todo tipo de enfermedades infecto contagiosas.
Asimismo los pequeños ni siquiera pueden jugar frente a sus casas porque están expuestos a entrar en contacto con las aguas servidas.
Problema resuelto
A dos horas de la protesta, el alcalde Edicson Sarmiento, se presentó a la zona y se comprometió ayudar a los vecinos, finalizando así la protesta.
En la tarde, el alcalde envió a la comunidad 4 tubos de 8 pulgadas, cemento y 400 bolívares para que compraran lo que faltaba.
Asimismo prometió para hoy enviar una máquina para destapar la cañería, dijo, Carmen Correa.
Molestia
Algunas personas se sintieron molestas con la medida de los vecinos, como José Fernández, quien señaló que los peatones se perjudican con la tranca. “Son los entes encargados los que deben solucionar esta situación”, dijo.
Por su parte Juan Guillén, señaló que con este tipo de protestas solo se crean problemas a otros vecinos.
Calles de tierra
En la comunidad de La Esperanza, aún las calles son de tierra, pese a que lleva 15 años de fundada.
“Vivimos cerca del ferrocarril, pero parece que estuviéramos en la jungla, porque nadie nos presta atención”, comentó Marisol Toro.
MIP-TUY Agencia