Quizás uno de los hechos de mayor envergadura y reto que representó el montaje del Ballet Romeo y Julieta lo constituyó el hecho que en su totalidad la interpretación de tan importante clásico del ballet mundial fue realizada por bailarines venezolano
Considerado un gran acierto y un rotundo éxito por el numeroso público que pleno la presentación del Ballet Teresa Carreño, en la sala Ríos Reyna, del Complejo Cultural del Teatro Teresa Carreño, del reconocido y aplaudido Ballet Romeo y Julieta, de Serguéi Prokófiev, basado en la obra de William Shakespeare, evento que contó con la magistral y siempre oportuna intervención de la Orquesta Sinfónica Venezuela, Patrimonio Cultural y Orquesta Decana de Venezuela, bajo la acertada batuta del laureado director Rodolfo Saglimbeni.
Quizás uno de los hechos de mayor envergadura y reto que representó el montaje del Ballet Romeo y Julieta lo constituyó el hecho que en su totalidad la interpretación de tan importante clásico del ballet mundial fue realizada por bailarines venezolanos.
La coreografía correspondió al Maestro Héctor Sanzana, quien debutó como flamante Coordinador de Proyectos Artísticos y Coreógrafo Permanente del Ballet Teresa Carreño, quien demostró al público venezolano su excelente calidad como coreógrafo, exponiendo seriedad y capacitación profesional en la puesta en escena del Ballet Romeo y Julieta, hecho por lo cual hacemos llegar desde “Un Domingo con Salomón” nuestras más sinceras felicitaciones y muestras de reconocimientos y de aprecio al Maestro Sanzana.
Historia del Ballet Romeo
y Julieta de Serguéi Prokófiev
La creación del ballet fue difícil. La obra fue encargada por el teatro Kírov de Leningrado en 1934, pero cuando Prokófiev propuso el tema de Romeo y Julieta, el teatro lo rechazó. Posteriormente, el compositor firmó un contrato con el Teatro Bolshói para representar el ballet, pero tampoco tendría fortuna. Una vez terminada la partitura, en el verano de 1935, los bailarines van a declarar el ballet como imposible de bailar, sobre todo a causa de la complejidad rítmica y de pasajes que juzgaban inaudibles.
Prokófiev trabajó durante 1936 para extraer del ballet dos suites para orquesta sinfónica en siete movimientos, así como una trascripción para piano. En 1946 escribió una tercera suite.
El ballet no se estrenó hasta 1938 en Brno, donde fue muy bien acogido. Le siguieron el estreno ruso en 1940 en el Kírov, y en 1946 en el Bolshói.
Es una de las obras más apreciadas del compositor, en base a la alta inspiración melódica, la gran variedad rítmica y el carácter memorable de los temas principales (el célebre y siniestro Baile de los caballeros y sus diversas variaciones; el delicado y abundante tema de Julieta).
La puesta en escena del
aestro Héctor Sanzana
Con la participaron dos elencos, para interpretar el rol de Julieta fueron seleccionadas las exquisitas bailarinas: Alejandra Martínez y Patricia Hernández y para Romeo le correspondió la responsabilidad de su interpretación a los bailarines Ricardo Rodríguez y Jacobo Velázquez.
A nuestro criterio la mejor pareja la fue la que realizaron Alejandra Martínez y Ricardo Rodríguez, en ellos apreciamos un conocimiento técnico y una preparación impecable en la captación de sus personajes, además demostraron un absoluto discernimiento en cada una de los tendencias que sus personajes requerían para captar la profundidad de los sentimientos que debían interpretar y dejar señalados en las acciones que requerían en cada movimiento.
Patricia Hernández, a pesar de haber buscado en todo momento demostrar el conocimiento, preparación y disposición, que siempre ha mostrado en cada una de sus presentaciones, Patricia deja claro sus excelentes condiciones de bailarina clásica. Jacobo Velázquez, aunque la falta experiencia logro exponer un Romeo que tendrá que mejorar, quizás esa falla es precisamente la falta de la preparación que brinda el escenario y sabemos que en Venezuela es muy poca oportunidad que tienen nuestros bailarines de asumir roles protagonista en grandes producciones en el ballet nacional.
Los personajes de Teobaldo, Mercurio, Benvolio, Paris Rosalinda, Lady Capuleto, la amiga de Mercurio, la amiga de Benvolio, Lady Montesco, Lord Montesco, La Nodriza, Lord Capuleto, Fray Lorenzo, el Príncipe de Verona la Muerte, en ambos elencos, definieron su capacidad y su versatilidad en un trabajo de equipo muy importante para poder lograr la maravillosa interpretación del tan difícil ballet Romeo y Julieta de Serguéi Prokófiev y que nos mostró, en su coreografía, el Maestro Héctor Sanzana.
Una mención especial merecen los integrantes del Circo, de los figurantes de la Escuela de Ballet Humberto Rodríguez y de los componentes del Ballet Teresa Carreño encargados de interpretar al pueblo de Verona, Capuletos, Montescos doncellas, Carnaval Veneciano, ya que todos, en su momento, hicieron notar su formación y capacitación profesional en cada una de las escenas que debieron intervenir.
Esto no es un
mercado persa…
Es importante tener presente que el complejo Cultural Teresa Carreño no es, ni lo ha sido nunca un Mercado Persa y creemos que los eventos de feria deberían limitarse a un sitio determinado en las áreas abierta con el fin de conservar su prestigio de ser considerado uno de los complejos culturales de mayor importancia en América y de no molestar a los espectadores que asisten a los grandes espectáculos que ahí se presentan.
Cabe destacar, en primera instancia, el valor que representa la estructura del Teatro Teresa Carreño, a su directiva, a sus técnicos y todos aquellos que forman parte de un equipo tan importante que nos permite presenciar espectáculos de muy alta factura y de esa forma demostrar al mundo la capacidad artística y técnica con la que cuenta Venezuela. En segunda instancia, al público que siempre plena sus salas en todos y cada uno de los espectáculos que son presentados en sus diferentes espacios.
Y por último quisiéremos solicitar a los encargados de dirigir las actividades artísticas del Complejo Cultural del Teatro Teresa Carreño que lleven nuestra calidad artística a la mayor cantidad de escenarios y así dar a conocer nuestros valores en el arte llámense: actores, músicos, pintores, cantantes o bailarines, etc. y unir a todo aquello que se llame arte y convertirse en la vidriera de las artes venezolanas en el mundo en todas sus actividades y así promover a Venezuela y a los grandes valores del Arte Nacional
Un Domingo con Salomón
Salomón Benshimol R
sbenshimol@yahoo.com