Reto particular para Sanvicente armar la Vinotinto en la gira al Sur
Las circunstancias parecen agregarle retos a la tarea, de por sí compleja, que ha emprendido Noel Sanvicente al frente de la Vinotinto. Como el que asume esta semana para armar el cuadro que cumplirá, el viernes próximo y el 18, los compromisos preparatorios ante Chile y Bolivia.
La cita en Talcahuano reviste caracteres especiales: el buen desempeño de los australes en el reciente mundial les confirma como un combinado en plena evolución, con jugadores suficientemente fogueados, garantía de exigencia para un rival como el venezolano, necesitado de adquirir, a su vez, un nivel susceptible de continuar el desarrollo alcanzado en los ciclos de Richard Páez y César Farías. Bolivia no exhibe el mismo potencial, pero tampoco es un equipo fácil, pues sabe complicar y en casa tiene ventaja particular.
Se da el caso de que, luego de los partidos en Japón y Corea, en los cuales pudo verse algo de lo que espera implantar el seleccionador, quedaron algunas interrogantes. Que no tendrán respuesta inmediata, por supuesto -es todo un proceso- pero en el camino de lo planteado en esos dos juegos y en la concentración de una semana en España, destacada por todos como muy bien aprovechada.
Ahora bien -y a esto se refiere el enfoque inicial-, hay un detalle. Sanvicente no podrá contar con el lesionado Tomás Rincón ni el suspendido Salomón Rondón, dos piezas vitales por el excelente nivel que viven. Una circunstancia que puede surgir en cualquiera de las competencias oficiales, sea Copa América o eliminatoria mundialista.
El reto sirve, entonces, para ensayar opciones. Para poner a otros en sus funciones, dentro de lo que está concebido como un trabajo global, partiendo del convencimiento de que si una pieza no funciona, todo el andamiaje lo sufre, sea en ataque o defensa. Pero la situación apunta a tomar previsiones para evitar la exagerada dependencia de alguna individualidad.
Podría pensarse, entonces, que delante del portero (Dani Hernández o Rafael Romo) la defensa será incialmente responsabilidad de Alexánder González, Oswaldo Vizcarrondo y Gabriel Cichero, con Grenddy Perozo y Wilker Angel apuntando a la otra posicion del centro, sin olvidar la búsqueda de opciones adicionales en el lateral izquerdo. Mario Rondón también podría considerarse “seguro” en el once abridor, por el buen momento que atraviesa y por la adaptación que mostró, en los primeros encuentros, a los requerimientos del entrenador.
El otro delantero -Fernando Aristeguieta, Miku Fedor, Josef Martínez- estaría sujeto a lo que busque Sanvicente ante cada adversario. Ello se combina con la escogencia de los volantes, para lo cual hay el retorno de Juan Arango (Roberto Rosales repetiría en esa línea) y un buen grupo para escoger: Frank Feltscher, Luis Manuel Seijas, Franklin Lucena, Rafael Acosta, Yohandry Orozco, Juan Pablo Añor, Franco Signorelli, Edgar Jiménez, Rómulo Otero. Suficiente variedad de jugadores para una combinación de marca y ofensiva, donde será necesario hacer una y otra cosa, presionar y asegurar la tenencia de la pelota.
Se trata de especulaciones, desde luego, pues será a partir del lunes, al iniciar la concentración y viajar a Chile cuando Sanvicente, con el personal a disposición, comience a desarrollar sus planes.
Pero, así como se vio a la Vinotinto jugar sin Arango en Japón y Corea, será interesante observar cómo se aplica el bloque en ausencia de Tomás y Salomón.
Armando Naranjo
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