Realmente la burguesía y los círculos imperiales no son muy exigentes en ese aspecto, más bien les interesa que, él por ellos elegido, sea una persona maleable sin mayores aprestos diligénciales
Cada día nos convencemos que los sectores que aúpan a Henrique Capriles Radonski como líder de la oposición, cifrando en él las esperanzas de que pueda convertirse en el gran conductor de un proyecto político capaz de entusiasmar a las amplias masas y, con ello, garantizarse el ansiado retorno del control político del país, lo hacen con el conocimiento de que no están apostando por un cuadro político con dotes de estadista ni siquiera por un administrador medianamente competente.
Realmente la burguesía y los círculos imperiales no son muy exigentes en ese aspecto, más bien les interesa que, él por ellos elegido, sea una persona maleable sin mayores aprestos diligénciales, tal cual como se ha venido evidenciando Capriles en las responsabilidades ejecutivas en las que le ha correspondido actuar. Ya, en otras oportunidades, desde esta ventana, hemos aludido a la pobre gestión del susodicho cuando le correspondió ejercer como alcalde del Municipio Baruta, donde no dejó, en esos 8 años de gestión, una obra que los baruteños puedan recordar o reconocer, salvo claro está la bizarra y deplorable acción, realizada durante el golpe fascista de abril del 2002, con el asedio a la sede de la Embajada Cubana o la cobarde detención del Ministro Rodríguez Chacín, en su casa de habitación, en la que se hizo acompañar de su pana del alma y ahora rival Leopoldo López.
Seis años de nula gestión
Ahora, en su condición de gobernador de Miranda, en la que ya lleva seis años, también luce pertinente preguntarse cuál obra ha dejado o está dejando, para beneficio de la comunidad mirandina, el heredero de las empresas del espectáculo Cinex. Lamentablemente ninguna. Basta con hacer un recorrido por la geografía del estado para detectar la inobservancia de tal gubernatura o con, simplemente, revisar los distintos indicadores que evidencian la falta de gestión; como es el caso:
Inseguridad
Miranda ostenta el triste récord de ser el estado con el mayor índice de criminalidad del país. Durante el primer semestre del presente año, ocurrieron 1.200 homicidios, 12,5% más que en el mismo período del año 2013; desde el 2010, la tasa de homicidio mantiene un incremento sostenido promedio de 14%; los robos se han duplicado, los secuestros han aumentado en un 8,9%. Siendo Miranda el estado con la segunda mayor población del país, apenas cuenta con un poco menos de 2000 efectivos policiales cuando requiere de 8000, lo que indica que hay un déficit de78% y el empeño de Capriles ha estado puesto en rebajar el número de funcionarios. La ausencia de POLIMIRANDA en las calles es ostensible y no participa de ninguno de los esquemas de seguridad, protección y patrullaje diseñado por el Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia y Paz conjuntamente con la Guardia Nacional, la Policía Nacional y las Policías Municipales.
Educación
Ya se está haciendo práctica consuetudinaria que a finales de cada año los educadores activos (más de 10.000 docentes), jubilados y pensionados (alrededor de 4.500) estadales tengan que salir a movilizarse para reclamar el pago oportuno de sus aguinaldos y deudas diversas por concepto de bonos, tickets de alimentación, fideicomiso, etc., simplemente, porque el gobernador no toma la previsión de incorporar estas obligaciones y deudas en el Presupuesto Anual; ¿impericia o intencionalidad de incentivar un foco constante de perturbación?, porque a los trabajadores de la enseñanza no les queda otra alternativa que recurrir a la Vicepresidencia de la República para procurar respuesta efectiva a sus demandas, que el ejecutivo regional no les resuelve pero que intenta manipularlos con el ardid de que el Gobierno Nacional no envía los recursos requeridos. Por otra parte, la infraestructura escolar, en un 40%, por lo menos, está por los suelos.
Ingresos gruesos
En los seis años de gestión de Capriles, el ejecutivo regional, según datos de la Oficina Nacional de Presupuesto, ha recibido la bicoca de 26.877.813.260, recursos suficientes como para atender los requerimientos de los mirandinos, pero la pésima o perversa gestión del encargado de administrarlos hace que estos gruesos ingresos resulten insuficientes. Es política del Consejo Legislativo del Estado Bolivariano de Miranda (CLEBM) de aprobar oportunamente los créditos adicionales solicitados, precisamente, para facilitar la operatividad administrativa, pero está cada vez más claro que la característica de Capriles es la impericia y/o la guarimba administrativa, porque lo que acontece con los educadores igual sucede con los bomberos, los trabajadores de las bibliotecas, los entrenadores deportivos y con muchos otros trabajadores a quienes mantiene en jaque permanente. Por estas mismas razones, desde que el CLEBM está bajo la mirada y acción contralora de una fuerza política que no se somete a sus designios, opta por la Reconducción del Presupuesto,
Cultura y deporte
Los cultores mirandinos, en su inmensa mayoría, deploran una gestión que no dispone de una política pública en materia cultural lo cual se expresa, nítidamente, con la insensata eliminación del Instituto Mirandino de Cultura (IMIRC). Y en el área deportiva, lamentablemente, los deportistas mirandinos cuánto añoran los años de gloria del deporte de su estado que siempre estuvo en lugares destacados del deporte nacional, y, ahora, en posiciones subalternas como consecuencia de la mala conducción del ungido de la burguesía.
¿Dónde están las
obras de Capriles?
Esta pregunta se la hacen, de manera creciente, diversos sectores mirandinos, preguntándose a su vez dónde está el gobernador, al cual no sienten o perciben ausente del territorio que debería gobernar. Con relación a las obras, son ostensibles las que hace CORPOMIRANDA, dirigida efectivamente por Elías Jaua, que en un año lleva construidas 480 para el beneficio y beneplácito de todos los mirandinos, sin excepción; en cambio, en seis años de gestión, lo que resalta en Capriles, no son sus obras sino sus omisiones
Notas paralelas
Miguel Ugas
e-mail: miguelugas@gmail.com