Debemos entender que la actuación de los cuerpos uniformados no es suficiente para controlar la inseguridad y la criminalidad, se necesita coordinar estrategias de acción conjunta que permitan la participación activa de la comunidad
Francisco Martínez Montero
Muchas veces, cuando somos víctimas de abuso policial, debemos enfrentarnos a la disyuntiva sobre qué hacer para reivindicar los derechos humanos que han sido vulnerados por la mala actuación de la policía. El primer paso es definitivamente la denuncia formal de estas situaciones ante los organismos competentes (denuncia judicial); sin embargo, esta posibilidad ha sido tradicionalmente secuestrada y manejada por especialistas en leyes y eso, en cierta forma, implica una limitación para el libre acceso a la justicia, sin mencionar que a veces resulta complicada. Además de ello, entendamos que no debemos agotar todos nuestros esfuerzos en una sola opción.
Afortunadamente tenemos una opción más cercana, y es que podemos ejercer acciones alternativas –también legales – que, lejos de asumirse como “tomar la justicia en nuestras manos“, coadyuvan a la exigibilidad y la restitución del ejercicio de los derechos humanos que han sido vulnerados (denuncia extrajudicial). Estos mecanismos extrajudiciales se conocen como Uso Alternativo del Derecho y actúan de manera páralela al sistema formal.
Es importante entender desde esta perspectiva, que la exigibilidad de los derechos humanos nace de luchas colectivas a partir de la insatisfacción de nuestras necesidades más sentidas; desde este punto de vista, se hace necesaria la colectivización de nuestros esfuerzos bajo un objetivo común que permita trazar líneas claras y estrategias a seguir para el cumplimiento de nuestras metas. Es muy importante ir sumando aliados, con los mismos objetivos, a nuestros esfuerzos y de esa manera gozaremos de mayor legitimidad y cobraremos mayor fuerza en la lucha.
Desde allí, podemos ejercer acciones que pueden ayudar a reivindicar nuestros derechos y la vez promover la organización incidivual o colectiva en torno a ello. Algunas herramientas podrían ser: utilizar medios de comunicación, tradicionales o alternativos para hacer la denuncia pública y mostrar la situación a la colectividad; búsqueda de aliados; realizar cartas o comunicaciones a los órganos involucrados para manifestar nuestro descontento con la situación; emprender acciones simbólicas como tomas de espacios públicos, plantones, vigilias; utilizar elementos artísticos como exposiciones, obras de teatro, video foros; y finalmente, podemos ejercer acciones de calle como manifestaciones pacíficas, siempre acompañadas de una buena estrategia de visibilización, tales como pancartas, volantes, murales y periódicos.
Uso alternativo del derecho
Independientemente de la forma que adopten cualquiera de estas acciones, resulta vital que las personas que decidan ejercerlo, tenga siempre presente que en la unión esta la fuerza y que por tanto deben: articularse y buscar aliados (institucionales, comunitarios, individuales) que puedan generar aportes y ayudar en la lucha; tener objetivos claros acerca de lo que se quiere lograr con las acciones; ser muy creativo en el uso de estas herramientas y no conformarse o agotarse con el uso de una de ellas; utilizar estos mecanismos como un espacio de reivindicación, pero a la vez con un enfoque educativo que permita sensibilizar y formar a otras personas que sin saberlo pueden estar pasando por la misma situación; sistematizar las experiencias desde el seguimiento y la evluación de la pertinencia de las acciones, para así generar reflexiones que permitan ir ajustando la estrategia y a la vez documentar y transmitir a otros grupos.
Pero el uso Alternativo del Derecho no se aplica solamente para denunciar cuando sean afectados nuestros derechos, incluye también realizar mesas de trabajo con los entes gubernamentales responsables por reivindicar nuestros derechos afectados, incluyendo sentarse con los cuerpos policiales involucrados, para buscar alternativas de solución. Recordemos que nuestras acciones deben tomar en cuenta también, que podemos trabajar conjuntamente con los cuerpos policiales y de esta forma prevenir nuevas violaciones a nuestros derechos humanos. Participar como contralores de la gestión policial: antes, durante y despues de la labor que realizan, es una forma de emprender acciones vinculadas al uso alternativo del derecho.
La policía no es suficiente
Nuestras acciones deben tomar en cuenta también, que podemos trabajar conjuntamente con el cuerpo policial en cuestión, paralelamente a la denuncia formal y como parte de la estrategia de uso alternativo del derecho; no se trata simplemente de actuar una vez que seamos víctimas de abuso policial para la reivindicación de nuestros derechos, sino evitar que sucedan o que puedan volver a suceder, construyendo acciones con los y las policías, educando, reflexionando, haciendo seguimiento a la actuación de los cuerpos policiales, pero también apoyándolos y acompañándolos en sus buenas prácticas; en definitiva, se trata también de hacer prevención.
Debemos entender que la actuación de los cuerpos uniformados no es suficiente para controlar la inseguridad y la criminalidad, se necesita coordinar estrategias de acción conjunta que permitan la participación activa de la comunidad y la necesaria apertura de la policía, así como la educación y concientización, y finalmente la confianza mutua. Está en manos de la comunidad controlar que los y las funcionarias policiales se adecuen a sus principios, apoyándolos en sus funciones, pero denunciando sus desviaciones.
Emprender nuestra
propia lucha
Podemos tomar el derecho en nuestras manos y apropiarnos de estrategias que nos ayuden a garantizar nuestros derechos humanos, sólo debemos tener las ganas, unos objetivos claros, una buena estrategia, el apoyo de nuestra comunidad, aliados que apoyen la lucha y mucha creatividad. La reivindicación de nuestros derechos humanos, no sólo depende de los especialistas y de los órganos de administración de justicia, nosotros también podemos darle una mano y emprender nuestra propia lucha, no sólo denunciando, sino también previniendo
La voz de los Derechos Humanos
Red de Apoyo por la Justicia y la Paz