«Hay verdaderamente muchas lágrimas en esta Navidad junto con las lágrimas del Niño Jesús», exclamó Francisco, recordando los conflictos en Irak, Siria, Tierra santa y Ucrania.
El papa Francisco pidió este jueves en su mensaje tradicional de Navidad condenó la violencia y tráficos de los que son víctimas los niños y el fin de la “persecución brutal” a “grupos étnicos y religiosos” en Irak y Siria.
El papa argentino pronunció su mensaje “urbi et orbi” (a la ciudad y el mundo) en la Basílica San Pedro a una multitud de fieles, congregados bajo un tiempo gris pero suave.
Francisco condenó la “persecución brutal” que sufren “nuestros hermanos y hermanas” cristianos “de Irak y Siria” junto a “otros grupos étnicos y religiosos”.
El papa, que esta vez no hizo alusión a América Latina, deploró que en Nigeria “demasiadas personas” sean “retenidas como rehenes o masacradas”.
También condenó que “tantos niños (sean) víctimas de la violencia, objeto de tráfico ilícito y trata de personas”, aludiendo a los muertos recientemente en una escuela de Pakistán.
Francisco se refirió asimismo a los niños “muertos antes de ver la luz” en una condena explícita del aborto.
Respecto a Ucrania, el papa pidió “vencer el odio y la violencia, y emprender un nuevo camino de fraternidad y reconciliación”.
En fin, expresó su solidaridad con las víctimas de la epidemia del ébola, “especialmente en Liberia, Sierra Leona y Guinea”. “Agradezco de corazón a los que se están esforzando con valentía para ayudar a los enfermos y sus familias”, afirmó. AFP
«Hay verdaderamente muchas lágrimas en esta Navidad junto con las lágrimas del Niño Jesús», exclamó Francisco, recordando los conflictos en Irak, Siria, Tierra santa y Ucrania.
El papa Francisco pidió este jueves en su mensaje tradicional de Navidad condenó la violencia y tráficos de los que son víctimas los niños y el fin de la “persecución brutal” a “grupos étnicos y religiosos” en Irak y Siria.
El papa argentino pronunció su mensaje “urbi et orbi” (a la ciudad y el mundo) en la Basílica San Pedro a una multitud de fieles, congregados bajo un tiempo gris pero suave.
Francisco condenó la “persecución brutal” que sufren “nuestros hermanos y hermanas” cristianos “de Irak y Siria” junto a “otros grupos étnicos y religiosos”.
El papa, que esta vez no hizo alusión a América Latina, deploró que en Nigeria “demasiadas personas” sean “retenidas como rehenes o masacradas”.
También condenó que “tantos niños (sean) víctimas de la violencia, objeto de tráfico ilícito y trata de personas”, aludiendo a los muertos recientemente en una escuela de Pakistán.
Francisco se refirió asimismo a los niños “muertos antes de ver la luz” en una condena explícita del aborto.
Respecto a Ucrania, el papa pidió “vencer el odio y la violencia, y emprender un nuevo camino de fraternidad y reconciliación”.
En fin, expresó su solidaridad con las víctimas de la epidemia del ébola, “especialmente en Liberia, Sierra Leona y Guinea”. “Agradezco de corazón a los que se están esforzando con valentía para ayudar a los enfermos y sus familias”, afirmó. AFP