Familias de distintas zonas de la Gran Caracas, censadas desde hace al menos cinco años, decidieron concentrarse desde el lunes en plena calle frente al Ministerio de Vivienda y Hábitat para exigir soluciones habitacionales
Familias de distintas zonas de la Gran Caracas, censadas desde hace al menos cinco años, decidieron concentrarse desde el lunes en plena calle frente al Ministerio de Vivienda y Hábitat para pedir soluciones habitacionales
Desde el lunes están en vigila, sobre cartones, periódicos y una que otra precaria colchoneta frente al Ministerio de Vivienda en el municipio Chacao. Hoy cumplen más de cien horas llevando sol y lluvia en plena calle, esperando ser escuchados y les cumplan la palabra empeñada desde hace al menos cinco años, de darles una casa digna.
Son diez los que ya acumulan cuatro días con sus respectivas noches a la intemperie. Vienen de distintas partes de la Gran Caracas y aseguran que no se moverán de allí hasta lograr su objetivo: Conversar con el ministro Ricardo Molina, para que les dé una solución a su problema habitacional.
En total representan a unas cincuenta personas, entre hijos y nietos que están en su misma situación, pero que por razones de salud o por su escasa edad, no están en condiciones de afrontar las 24 horas del día en la calle.
Los testimonios
Teresa Vargas tiene 49 años y proviene de Ocumare del Tuy (estado Miranda). “Tengo dos hijos y dos nietos, estoy durmiendo en las calles desde el viernes y sufro de un glaucoma en el ojo izquierdo”. Fue censada en el año 2013, cuando asegura se constató la necesidad que tiene de un techo propio, “pero todavía nada”.
Otro que desde el lunes habita en las calles de Chacao frente a Min-Vivienda es Roy Ochoa. Cuenta que viene de La Vega y que en la actualidad tiene a sus tres hijos junto a su esposa hacinados en la habitación de un hotel pagando 600 bolívares diarios. “Yo trabajo con mi carro, pero donde estamos no podemos cocinar, todo el día tengo que tener a mis hijos en la calle porque no puedo dejarlos allí, es algo bien difícil para nosotros. Decidí venirme para acá para que nos hagan un estudio socioeconómico para que comprueben nuestra situación. Yo soy profesor de educación física graduado en el Pedagógico en el año 2011. Estamos censados desde 2010 y aquí nos dicen ‘ya ustedes entregaron la carta y en 15 días le damos respuesta’, pero en cinco años no nos las han dado”.
Miguel Ángel Cardoza Silva también forma parte del grupo que espera conversar con el ministro Molina. Dice que tiene cinco años viviendo en la calle y está censado por la Misión Vivienda desde el año 2011. “Tengo un hijo discapacitado que perdió un ojo. Los reales que hacemos mi esposa y yo son para puro pagar hotel, andamos de aquí para allá y de allá para acá. Soy miliciano y no tenemos apoyo del Gobierno. Hemos ido incluso a Miraflores y no nos han resulto nada”, agregó.
Yoselín Martínez también quiso que su caso se conociera: “Yo estaba refugiada en el polideportivo del Liceo Fermín Toro en El Silencio, el 21 de mayo le entregaron a las familias que vivían allí las casas en el urbanismo Hugo Chávez de Catia La Mar (estado Vargas), pero a mi hermana y a mí no porque teníamos nuestras hijas hospitalizadas, porque en ese polideportivo se nos enfermaban mucho. Cuando les dieron de alta a nuestras niñas fuimos al refugio y ya estaba cerrado, perdimos las pocas cosas que teníamos. Desde ese día estamos viniendo para acá y nos tienen engañadas, no nos prestan atención. Tengo tres niñas mi hermana también y está embarazada, pero nada que nos quieren solucionar, ya llevo dos meses y medio en la calle, pagando pensiones, por eso también estamos aquí”.
La esperanza
A pesar de las condiciones de calle que afronta junto a las otras nueve personas que también esperan ser atendidas, Roy Ochoa no pierde la esperanza. Confía en que serán atendidos por el ministro Molina. “Junto con nosotros estaba una gente de Valencia que ya les solucionaron”, dijo, al tiempo que manifestó que los allí presente “estamos con el proceso”.
Finalmente, hizo un llamado al jefe de Estado: “Ya que el presidente Maduro, de muy buena manera está junto al ministro de Interior y Justicia (Gustavo González), eliminando esas mafias que se apropiaron de apartamentos en los edificios de Misión Vivienda, sacando a la gente mala, bueno Maduro, encárgate de nosotros, la gente de la calle que en verdad estamos necesitados (…) Hoy estamos durmiendo en la calle, luchando por una vivienda digna por nuestros hijos”.
“Somos venezolanos”
Alicia Hernández es natural de Caucagua (Barlovento, estado Miranda), pero hasta hace poco vivía en Brisas de Propatria, donde estaba en situación de alto riesgo. “No tengo casa, me quedo un rato en casa de una tía o en casa de mi hermana, pero no tengo mi hogar. Desde hace siete años me censaron, y como siempre vengo a ver cómo está mi situación me conseguí a esta gente y decidí quedarme con ellos porque estoy en la misma situación de calle, no tengo vivienda. Uno siempre viene acá (a Min-Vivienda) y lo que dicen es ‘lo llamamos’ y todavía estoy esperando que me llamen. Vamos a estar acá hasta que nos den una respuesta, somos venezolanos, necesitamos que el presidente Maduro se entere de esto”.
“Por nuestros hijos”