La justicia nicaragüense condenó este jueves al colombiano Luis Felipe Ríos a 16 años de prisión por espiar al ejército y suministrar a las Fuerzas Armadas de Colombia información secreta sobre la ayuda rusa y venezolana a Nicaragua, y planes de defensa.
«Condénase a Luis Felipe Ríos Castaño (..) a 16 años de prisión efectiva» por los dos delitos de violación de secretos de Estado e intrusión en perjuicio del Estado de Nicaragua, anunció el juez Quinto Penal de Audiencia de Managua, Julio Arias.
La sentencia establece ocho años de prisión por cada delito, que «deberán de cumplirse de manera sucesiva» hasta el 13 de junio del 2028, explicó Arias.
La Policía detuvo a Ríos el 12 de junio, y dos días después la Fiscalía lo acusó de actividades de espionaje a favor de los órganos de inteligencia de las Fuerzas Armadas de Colombia.
El colombiano, de 34 años, centró su actividad en «temas estratégicos de la defensa militar de Nicaragua y la cooperación militar rusa y venezolana», precisó el fallo leído por el juez.
En su declaración, Ríos admitió haber recabado datos de Defensa, desde junio de 2011 en Nicaragua, para «una amplia estructura de inteligencia militar conformada por una selecta gama de oficiales de las distintas fuerzas de aire, mar, tierra y tropas especiales de las fuerzas armadas de Colombia», agregó el magistrado.
Colombia y Nicaragua han mantenido frecuentes roces por posesiones marítimas colombianas en el Caribe que inclusó llegaron a la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
El diferendo es por el archipiélago de San Andrés, un enclave turístico de extraordinarios recursos minerales, sobre el que Bogotá ejerce la soberanía y Nicaragua hace reclamos.
El pasado 9 de mayo, la Corte «inició sus deliberaciones» tendientes a emitir su sentencia sobre el diferendo que se inició hace más de once años.
El colombiano, arrestado un mes después, admitió los cargos el 26 de junio y dijo que aceptó espiar a cambio de que no ser encarcelado por acusaciones de estafa que enfrentaba en su país.
El juez Arias reconoció el valor de su confesión, pero consideró que su actuación «puso en peligro de manera significativa el bien jurídico protegido como es la seguridad nacional».
Subrayó que es un elemento «peligroso», que actuó de «manera dolosa» para llevar a cabo «un plan nefasto» al servicio de la inteligencia colombiana.
n Blanca Morel / AFP