Argentina y Venezuela firmarán en Caracas este viernes un Acuerdo de Cooperación Militar. El documento, que prometería compromisos políticos antes que armamentísticos, será suscripto entre el ministro de Defensa argentino, Arturo Puricelli y el general Henry Rangel Silva, actual ministro de esa cartera en Venezuela.
Todavía no se conocen los términos y amplitud de los documentos a firmar pero algunos expertos del área especulaban ayer que un acuerdo militar con el país bolivariano podría dejar la puerta entreabierta para que Argentina accediese a la oferta armamentística que ya frecuenta Venezuela: la de Rusia, Irán y China.
Sin embargo, en la práctica es la realidad la que manda: en momentos en que la Argentina se ajusta el cinturón -y las Fuerzas Armadas pasan por un momento histórico de escasez de recursos y de material de defensa-, lo mejor y más barato sería «comprar directamente al vendedor y no con Venezuela en el medio», dice a Ambito.com, Fabián Calle, especialista en temas de Defensa y Estrategia.
En cuanto al interés que podría haber del otro lado del mostrador (del venezolano) por material de Fabricaciones Militares o producido por FADEA (Fábrica Argentina de Aviones), en Venezuela dicen que ya están bien abastecidos, que entre los aviones Sukhoi, las baterías antiaéreas, los helicópteros MI-17, los tanques, los fusiles Kalashnikov (AK47 de refugo, que usan tanto las Fuerzas Armadas bolivarianas como, se asegura, los presos en las cárceles, además de la promesa -hasta hoy incumplida, de la instalación de dos fábricas para hacer ese arma en serie) y submarinos de facturación rusa para reemplazar a los diesel alemanes que se herrumbran en La Guaria, ya tienen bastante con Moscú. Que además, añaden, Irán los proveería de drones (aviones no tripulados) y que China ya acordó enviarles 18 aviones de combate K-8W, con lo cual tendrían bastante completa la shopping-list (ésta, asimismo, con un componente español, los 8 buques patrulleros o pequeñas fragatas que se están ensamblando en astilleros ibéricos).
No obstante, algunos indican que no debería descartarse que un acuerdo recientemente firmado por el ministro Puricelli con sus contrapartes chinas pudiera, eventualmente, terminar en una exportación hacia Venezuela. Se trata del que se suscribió entre la cordobesa Fadea y la china Catic para producir los helicópteros Z11 (copia del Eucaril que hace la francesa Eurocopter). La Argentina ya compró dos de ellos y buscaría producir el resto aunque todavía debe dejarse en claro lo de la licencia, circunscripta únicamente por ahora al mercado chino.
De todas maneras, el acuerdo a firmar en Caracas es, ante todo, una señal política, que se agrega al intercambio, intenso y cada vez más numeroso, de oficiales y cursantes militares entre Venezuela y Argentina. Prueba de esos estrechos y cada vez más afianzados lazos entre los uniformados bolivarianos y argentinos es que los agregados militares de la embajada de Venezuela en Asunción, fueron recibidos aquí luego de que el gobierno de Federico Franco les pidiese dejasen Paraguay a raíz del conflicto suscitado por la supuesta intervención del canciller Nicolás Maduro con altos mandos paraguayos.
Y como para que no quede duda de que el acuerdo que firmarán los titulares de Defensa de Argentina y Venezuela en Caracas este viernes tiene una sólida base política, el mismo Hugo Chávez recibirá a Arturo Puricelli en una audiencia privada.
Carolina Barros *
* Publicado en Ámbito Financiero