El presidente Hugo Chávez el viernes calificó de «colmo de la hipocresía» el mensaje que dio el candidato presidencial opositor a la fuerza armada, y acusó a su adversario de tratar de «sembrar cizaña» entre los militares.
El mensaje televisado de Henrique Capriles el jueves por la noche, en el que cuestionó abiertamente la politización de la fuerza armada, generó gran expectativa en el país debido al rol que cumplirán los militares como custodios del proceso electoral en los comicios del 7 de octubre.
Chávez rechazó la aseveración de Capriles de que el alto mando prohibió a los militares ver el mensaje, y acusó a su adversario de utilizar un comunicado «forjado» del Ministerio de la Defensa para hacer creer que las autoridades castrense vetaron el discurso del candidato opositor.
Tras mostrar ante las cámaras una copia del supuesto comunicado forjado, Chávez afirmó que Capriles trata de «sembrar en la fuerza armada la cizaña y con ello atacar al mismo tiempo al alto mando militar».
«Se le pulveriza la máscara al candidato de la extrema derecha, al enmascarado de latón…más allá de eso se revela su carácter engañoso, su irresponsabilidad», agregó.
En un hecho sin precedentes en el país, Capriles habló la noche del jueves a los militares, en un mensaje televisado, en el que se comprometió que de ser electo el 7 de octubre no permitirá «injerencia de otros países» en el cuerpo castrense, en clara alusión a las denuncias que han hecho algunos opositores de que funcionarios cubanos actúan en los cuarteles venezolanos.
«Como comandante en jefe, rechazaré categóricamente la presencia y reconocimiento de grupos armados en nuestro territorio. No podemos permitir que el narcotráfico, la guerrilla y grupos paramilitares, infiltren y usen nuestras instituciones», afirmó el candidato en un breve discurso que difundieron tres televisoras privadas.
La oposición ha acusado a Chávez de llevar la política a los cuarteles, y de utilizar los actos militares para hacer proselitismo a favor de su tercera reelección.
El mandatario, de 57 años, rechazó el pasado lunes las críticas contra los altos oficiales, y dijo que los militares «serán los primeros en apoyar la voluntad de la mayoría, sea cual fuere».