Los asesinatos seleccionados forman parte de una serie de ataques similares contra personas vinculadas con el gobierno
KABUL. Los cruentos atentados en Afganistán continuaron el domingo sin pausa durante la festividad que marca el fin del Ramadán, al matar los insurgentes a dos pares de hermanos relacionados con el gobierno y a tres soldados de la OTAN.
Los asesinatos seleccionados forman parte de una serie de ataques similares contra personas vinculadas con el gobierno, lo que complica la misión de las fuerzas internacionales de transferir a los afganos la responsabilidad por la seguridad a medida que los extranjeros se retiran del país.
En el primer ataque, una bomba escondida en un cementerio en la provincia meridional de Helmand mató a un jefe policial y a su hermano que visitaban la tumba de un familiar por la festividad de Eid al-Fitr.
Siete de los familiares de los hombres resultaron heridos en la explosión en la capital provincial de Lashkar Gah, dijo el subjefe de policía de Helmand, Ghulam Rabbani.
Nadie se adjudicó la responsabilidad del ataque, aunque fue consistente con la estrategia del Talibán de atacar a las autoridades y otros que se alían con el gobierno o las fuerzas internacionales.
Ambos eran hermanos de un legislador de la provincia de Helmand, Abdulwadud Popal, que no se encontraba en el cementerio en el momento de la explosión. La familia visitaba la tumba tras las plegarias de la mañana con motivo de la festividad, que marca el fin del Ramadán.
Agencia de inteligencia atacado
En la provincia occidental de Farah, dos hombres que se desplazaban en una motocicleta dispararon a un vehículo en el que viajaba un agente del servicio de inteligencia cuando abandonaba su domicilio para visitar a un familiar, matándolo junto con su hermano, que trabajaba para el servicio aduanero.
Otro familiar fue herido, dijo el subjefe provincial de policía Ghulam Ghows Malyar.
Mientras tanto en el este, las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte dijeron que tres de sus soldados murieron en un ataque dinamitero, pero no dio más detalles. Por lo menos 41 soldados internacionales han fallecido este mes por ataques en Afganistán.
En un discurso con motivo del feriado, el presidente Hamid Karzai condenó los repetidos ataques insurgentes ocurridos en el Ramadán.
«Los enemigos de los musulmanes … durante el mes del Ramadán han tratado con crueldad a la nación de Afganistán: bombas, explosiones en mezquitas, ataques suicidas en las mezquitas», afirmó Karzai. Agencias