Luego de iniciarse en una cooperativa del área textil, Kenna Armas, conocida como Soledad, logró establecerse en una vivienda ubicada en Catamare, parroquia Catia La Mar. Años más tarde y con un poco más de experiencia, instaló su propio taller, pero en diciembre de 2010 fue afectada nuevamente por las lluvias caídas ese año
Kenna Armas tuvo en su propia casa la mejor escuela. Su tía, Inocencia, cosía en un pequeño taller en Los Corales. Ella no sólo la crió y la vistió con la ropa que ella misma confeccionaba, sino que, sin quererlo, dio un ejemplo de vida que la ayudaría a emprender su propio sueño, el cual surgió como un salvavidas luego de la devastación provocada por el deslave de Vargas, en diciembre de 1999.
No fue sino 12 años atrás que Kenna, conocida por todos como Soledad, su segundo nombre, se reencontró con aquel mundo de la costura de su tía. Para entonces, Vargas estaba dramáticamente afectado por los embates de la naturaleza. Sin embargo, recientemente divorciada y con cinco niños, esta mujer no se dejó vencer por el signo del fracaso y apostó a ella misma y a su futuro.
En Catamare
Luego de iniciarse en una cooperativa del área textil, Soledad logró establecerse en una vivienda ubicada en Catamare, parroquia Catia La Mar. Años más tarde y con un poco más de experiencia, instaló su propio taller, pero en diciembre de 2010 fue afectada nuevamente por las lluvias caídas ese año.
«Perdí la mitad de mi casa y tres máquinas. Gracias a Dios, las autoridades hicieron una inspección del terreno y no consideraron necesario que saliera. Por el contrario, el gobierno construyó un muro de contención que fortaleció el terreno. Ahora tengo un proyecto de ampliación de mi taller en el que voy a poner a trabajar a unas 12 personas», dijo con voz entusiasta.
Soledad, con el respaldo del Banco de Desarrollo de la Mujer (BanMujer), creó Confecciones Victoria, una Empresa de Producción Social (EPS).
«Mi fuerte es la elaboración de uniformes, sobre todo los del área de la salud. De hecho, me conocen en hospitales y ambulatorios. Además, tengo un puesto en el mercado de buhoneros del César Nieves en donde doy salida a mis productos, que son más económicos porque no soy revendedora sino fabricante», dijo Soledad, quien ahora está a la espera de un local en el Centro Comercial Socialista Cacique Guarauguta, que construye la gobernación para reubicar a los comerciantes informales.
Así como ella, desde 2006 BanMujer ha dado impulso a más de 1.777 Unidades Económicas Asociativas en el ámbito textil, campesino, turístico, pesquero y artesanal, lo que ha permitido la materialización de los sueños de más de 7.000 mujeres y hombres de Vargas, quienes han demostrado que sí es posible surgir.
Una mezcla de esfuerzo y apoyo
El Gobierno Nacional ha impulsado miles de iniciativas de microempresarios a través de otras instituciones como el Banco del Pueblo, Fondemi e Inapymi. A más de 13 años de impulso, los frutos están a la vista.
Sabina Vánder vive en Macuto, desde hace 10 años se dedicó a la orfebrería y la bisutería. «Comencé viendo las vidrieras y luego yo misma empecé a hacer mis propias creaciones. Este es un oficio que me gusta y que me permitió independizarme y tener más tiempo para mi familia», dijo.
Vánder, miembro del consejo comunal Manuel Gual de El Teleférico, Macuto, fue favorecida con un crédito otorgado por Fondemi. «En dos meses tengo que terminar de cancelar y quiero pedir otro préstamo para emprender algo más grande», dijo, luego de invitar a quienes deseen iniciar su propia empresa a que se atrevan.
«Todas tenemos la capacidad hacer cosas hermosas, cada una de acuerdo al talento que nos da Dios. Y es muy bonito ver que lo que una hace gusta y se vende, y da para desarrollarse y sostener a su familia. Hay que creer», comentó.
Otra experiencia es la de Confecciones Yamileth, EPS impulsada por Inapymi que desde hace más de seis años viene siendo el sustento de toda una familia. «Trabajamos en la confección de ropa mi esposo, mi mamá, mis hijas y mi hermana. Ha sido un proceso muy bonito de crecimiento económico y personal, duro pero gratificante», dijo Yamileth Lugo.
Hace 5 años
María Mayora y su hermana Josefina tienen la EPS Producciones Mary y Jose, la cual opera desde hace 5 años en Carayaca con el apoyo de Fondemi.
«Confeccionamos todo tipo de prendas de vestir, pero nos especializamos en uniformes militares y deportivos gracias al apoyo del gobierno. Ahora estamos a la espera de un nuevo crédito para poder ampliar nuestra producción», dijo.
En la próxima Feria Internacional Turística 2012 del estado Vargas, organizada por la Gobernación, unas 25 EPS tendrán su stand de manera gratuita para ofrecer su mercancía en este espacio el cual, se calcula, será visitado diariamente por unas 25.000 personas, quienes podrán llevarse productos hechos en nuestro país, de alta calidad y a bajos precios.
AVN / Denys Silva