Con el deceso de Frank Miller Piña (22) se elevó a veintiséis la cifra de los reos asesinados durante el intercambio de disparos que protagonizaron los presos de la cárcel de la región de los Valles del Tuy, la tarde del pasado domingo.
Este martes se conoció que oficialmente, 10 de los cuerpos de las víctimas fueron llevados hasta la morgue de Bello Monte, entre ellos el de Arquímedes Ortiz, quien estaba entre los visitantes. Sus familiares no declararon a la prensa.
Confusión y desespero reina entre los familiares de los internos del Centro Penitenciario Región Capital, mejor conocido como “Yare I”, ubicado en San Francisco de Yare, estado Miranda, ante la ausencia de información que les permita conocer el estado en que se encuentran sus seres queridos, privados de libertad en la cárcel.
En el interior del recinto permanecer alrededor de 950 familiares que se encontraban en el interior de la prisión este domingo, durante el motín que dejó al menos 25 muertos y 43 heridos -según información oficial- y quienes se niegan a abandonar el penal, por temor a un ingreso forzado por parte de las autoridades.
Este martes se conoció que oficialmente, diez de los cadáveres de las víctimas fueron llevadas hasta la morgue de Bello Monte, entre ellas el cuerpo de Arquímedes Ortiz, quien estaba entre los visitantes. Sus familiares no declararon a la prensa y se mantuvieron herméticos mientras ponían el orden los documentos para poder retirarlo.
Tampoco quisieron hablar, los deudos de Luís David España Mijares, de 39 años, presunto “pran” de la cárcel que murió durante el tiroteo.
Luisa Rangel, madre de Alvaro José Otero Rangel (27), dijo que su hijo estaba recluido en el área de talleres. El joven recibió un tiro en una pierna y según su madre “murió desangrado porque los guardias no quisieron sacarlo herido para prestarle auxilio”, comentó.
La mujer narró que ella estuvo como cada día de visita, acompañando a su hijo este domingo. Se despidieron como a las 3:20, casi dos horas antes que ocurriera la masacre, que según ella, comenzó cuando la población de La Torre, en el área adminitrativa del penal y donde conviven ex funcionarios que pagar prisión, disparó contra los de talleres.
Dijo que a las 7:00 de la noche, las autoridades sacaron el cadáver de su hijo hacia la morgue de Ocumare. El joven era acusado de participar en el asesinato de un efectivo del Cicpc, el 10 de abril del 2010.
El joven era el mayor de dos hijos, dejó un hijo de 11 días de nacido y cuando cayó preso, estudiaba Ingeniería de Petróleo en la UCV. Su madre confesó que ella pagaba entre 150 a 200 bolívares de “causa” a los pranes de la cárcel cada semana, para garantizar que su hijo estuviera protegido “y aún así me lo mataron”, indicó.
Otra familia que buscaba a su familiar fallecido en la morgue de Caracas, fueron los deudos de Edgar José Hernández Herrera (23), quien estaba en el área de talleres de Yare I y murió cuando un compañero a su lado –también fallecido-, manipulaba una granada que le estalló en las manos cuando comenzaron las detonaciones.
Su esposa, María Gamboa, dijo que el estallido le amputó una mano a Hernández y le ocasionó la muerte de manera instantánea. El hombre dejó tres hijos y ese día no recibió la visita de su pareja, porque la mujer estaba enferma.
A diferencia de los primeros, como otros tantos, Pedro Romero, no ha podido hallar a su hijo, Jonathan Elías Romero Campos (24), oficial de Policaracas que estaba preso por homicidio desde el 2011, cuando en un procedimiento policial dio muerte, según los tribunales, a un joven.
Romero contó que este domingo vio a su hijo durante la visita pero se marchó temprano. Después del tiroteo trató de comunicarse con él pero no aparece y sus compañeros de prisión, en el piso 3 del área administrativa (Torres), insisten que adentro no está.
El hombre acudió a la morgue de Ocumare, donde reviso los cadáveres de los presos fallecidos y ahí no lo encontró. Aseguró que en el sitio había mucho más de 15 muertos, negando la versión de la ministra de Servicios Penitenciarios, Iris Varela.
El padre del policía dijo que acudió a los hospitales Miguel Pérez Carreño, Militar, El Llanito, Santa Teresa del Tuy, Los Teques y este martes a Bello Monte, pero nadie le da respuestas respecto a su paradero. “Los demás presos dicen que adentro hay todavía como cinco cuerpos. Si los que sacaron ya están podridos, como estarán esos que siguen ahí”, comentó.
Más tarde se conoció que el cuerpo del policaracas, fue hallado en la morgue de Los Teques, con disparos en el rostro.
AA