Año y medio en alerta contra las invasiones

Vecinos duermen con un ojo abierto para cuidar sus espacios 

Un toldito forma una especie de torre de centinelas en la entrada de la sector F en la urbanización Montalbán I, dado que desde hace aproximadamente 17 meses, los vecinos de la zona se han organizado para montar una vigilancia permanente a fin de proteger contra los invasores, los espacios verdes ubicados dentro de su comunidad

¿Hasta dónde es capaz de llegar una comunidad para proteger sus espacios y salvaguardar su tranquilidad? En el sector F de la urbanización Montalbán I, parroquia La Vega, municipio Libertador; los vecinos organizados decidieron unir fuerzas y crear una vigilia que ya tienen más de un año y medio de duración, a fin resguardar contra posibles invasiones, unos terrenos ubicados en el centro de su complejo residencial.

“Estaremos aquí el tiempo necesario, siempre y cuando sea para supervisar nuestra paz. Por supuesto, nos sentiríamos encantados de retomar nuestra vieja cotidianidad y dedicar este tiempo en otras actividades, pero mientras esta sea una prioridad seguiremos aquí, no nos queda de otra”, así lo indicó Benigna Moreira, vecina quien se encontraba respondiendo a su turno dentro de la improvisada estancia.

Y es que estos ciudadanos preocupados por la ola de expropiaciones que se presentó en la ciudad capital durante el año 2010, y que finalmente fueron legalizadas mediante Gaceta Oficial en enero de 2011; decidieron montar guardia en la entrada de dicho urbanismo, para proteger el espacio baldío que originalmente estaba destinado para ser una zona de esparcimiento y recreación.

Destinos del terreno

Inicialmente, el propiedad era utilizada como zona recreativa y deportiva de los jóvenes que hacían vida en el lugar, pero según cuentan algunos residentes; la empresa constructora, poco después los alquiló a la Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (Cantv), para ser utilizados como depósito de carretes de cableados, el cual tuvo ese uso por más de 20 años.

Una vez culminado el contrato, el área quedó inutilizada nuevamente; garantizándole, sin embargo, tranquilidad a los vecinos, situación que dio un giro radical cuando inició la “época de embargo” por parte del Estado venezolano.

Proyectos planteados

Según Moreira, los primeros interesados en aparecer, fue un comité la Oficina Presidencial de Planes y Proyectos Especiales (Opppe), que es un ente autónomo  adscrito al Ministerio del Poder Popular para el Despacho de la Presidencia, creado en el 2009 para ejecutar obras arquitectónicas, carácter extraordinario; el cual tenía proyectado un plan para realizar edificios en el lugar, a fin de combatir el déficit habitacional en la capital.

“Nos presentaron la idea de hacer varios tipos de edificaciones, pero el plano no era más que una hojita de tamaño carta con un dibujito improvisado; nunca explicaron si estaba incluido en el plan el mejoramiento de los accesos, o afectaría la calidad de nuestros servicios públicos, como el agua o la luz. Es inaudito creer que aceptaríamos desmejorar nuestra calidad de vida”, explicó.

Posteriormente, comentaron a llegar grupos obreros sindicalistas que hacían vigilia en el lugar, a fin de imponerse como los encargados en la ejecución de la obra, quienes presuntamente estaban armados con pistolas de alto calibre, según la versión de algunos testigos.

Y fue en consecuencia a estas acciones que en marzo de 2011, decidieron comenzar la vigilancia especial que a perdurado hasta la actualidad; ya que los interesados en el sitio “han seguido al acecho, sin bajar la guardia”.

Viviendas para damnificados 

Luego inicio la Gran Misión Vivienda Venezuela, cuyo cometido es realizar complejo habitacionales,  para las personas que quedaron damnificadas tras las fuertes lluvias que azotaron al país en el 2010, lo que puso nuevamente en alerta a la comunidad. Aunque de igual forma, las autoridades acudieron para inspeccionar  y realizar planes; pero las situación quedó a la expectativa tras una serie de acontecimientos.

“Ellos, al parecer intentaron anular con fuego una colmena de avispas que había, pero se incendió toda la maleza y aquello casi termina en tragedia. Afortunadamente no pasó a mayores, pero nunca volvieron por estos lares. Y aunque suene descortés, esperamos que sigan así”, apuntó la vecina.

Finalmente, algunos residentes manifestaron que esperan que se respete la voluntad de la comunidad organizada, asegurando que no tienen planeado abandonar su causa, mientras este en juego su tranquilidad, bienestar y calidad de vida. “Pasaran todos los años que sean, pero nos mantendremos firmes hasta que consideremos que se respetará nuestro albedrío”, concluyeron.

Sentido de convivencia 

Los habitantes del sector F, de la urbanización Montalbán 1, indicaron que una de las principales causas por la que rechazan la construcción de un nuevo complejo habitacional para damnificados dentro de su urbanización, y por la que han mantenido una vigilia permanente durante aproximadamente 17 meses; son las constantes quejas que se han hecho conocer, sobre la falta e irrespeto de las normas de convivencias y a su vez el incremento de la inseguridad, en las zonas donde han realizado edificaciones de este tipo.

Anabel Barrios Díaz

abarrios@diariolavoz.net

Fotos: Jaime Manrique 

 

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