A los decesos iniciales de 39 personas, la mayoría de ellos militares, se sumaron este domingo los de Ender Fernández y Mervin González Atencio, también efectivos de la GNB
El incendio provocado por una devastadora explosión en la principal refinería de Venezuela seguía activo el domingo, más de 30 horas después del accidente que dejó 39 muertos y sumió al país en un duelo nacional decretado por el presidente Hugo Chávez.
El fuego «continúa confinado a dos tanques de crudo», dijo el vicepresidente venezolano, Elías Jaua, desde la noroccidental refinería de Amuay (Estado Falcón), donde una fuga de gas causó el sábado de madrugada el peor accidente registrado en un complejo de la compañía estatal PDVSA.
Jaua explicó que «un viento errático» complicó las tareas de los bomberos en la noche para extinguir completamente las inmensas llamas que salían de los tanques y se apreciaban desde varios kilómetros de distancia, pero reiteró que la situación sigue «bajo control».
El accidente se cobró la vida en un principio de 39 personas, 18 de ellas efectivos de la militar Guardia Nacional Bolivariana (GNB) que custodiaban el complejo y habitaban en sus inmediaciones, así como de 15 de sus familiares. Otros seis cadáveres estaban por identificar. La mañana de ayer se informó del deceso de otros 2 efectivos militares, lo que incrementa a 41 el número de fallecidos.
El sábado por la noche una quincena de personas seguían hospitalizadas, sin que por el momento se conozca su estado de gravedad.
El presidente Chávez, que se encuentra en plena campaña para buscar su reelección en los comicios del 7 de octubre, ordenó la apertura de una investigación para esclarecer las causas y decretó tres días de duelo nacional.
Chávez dispuso además el ascenso post-mortem a los 18 efectivos fallecidos de la GNB, según un comunicado de la agencia oficial AVN.
La refinería se encuentra en una zona residencial y comercial donde viven trabajadores del complejo con sus allegados, así como familias pobres que se instalaron en barriadas de los alrededores.
Un total de 121 personas, entre ellas 48 niños, fueron acogidas en la base naval de Punto Fijo, donde reciben atención médica y psicológica, según las autoridades, que dieron cuenta de un total de 209 casas y 11 comercios afectados.
El domingo por la mañana, algunas personas residentes más allá del perímetro acordonado por las fuerzas de seguridad recogían sus enseres y se disponían a abandonar sus casas dañadas por el accidente, mientras otros mostraban su voluntad de permanecer en el lugar, constató la AFP.
«No tengo miedo. Por el momento dicen que no va a estallar de nuevo» la refinería, dijo Alí Bello, de 60 años, sentado frente a su precaria vivienda con el techo inclinado producto del siniestro.
«Hay normalidad»
Por otro lado, el ministro de Petróleo y presidente de PDVSA, Rafael Ramírez, explicó que el estado de las áreas de procesamiento de la refinería, paralizada desde el sábado, es «de completa normalidad».
«Estamos en capacidad de reactivar nuestra refinería en dos días a partir de que declaremos la zona ya completamente segura», recalcó el ministro de este país con las mayores reservas de crudo mundiales, que el sábado había estimado el reinicio de las operaciones para el lunes.
«Si hay problemas
«Nos parece muy apresurado decir que se va a reactivar la planta sin saber qué ocasiono la explosión», estimó empero a la AFP José Bodas, secretario general de la Federación Unitaria de Trabajadores de Petróleo de Venezuela (FUTPV).
Bodas dijo que la FUTPV «ha venido presentando informes sobre los accidentes que se producen por falta de mantenimiento e inversión» en las instalaciones de PDVSA, empresa motor de la economía venezolana.
«Es prematuro hablar de las causas del accidente, la investigación lo dirá, pero nosotros hemos constatado problemas en las válvulas de seguridad de los tanques de combustible en las cinco refinerías venezolanas», dijo.
Pese a ello, PDVSA negó el sábado que se tratara de un problema de falta de mantenimiento.
Hay suficiente
combustibles…
La refinería de Amuay forma parte, junto a la de Cardón, del Centro de Refinación Paraguaná, «el más grande del mundo», según Ramírez, y produce 955.000 barriles de crudo al día, cubriendo el 66% de la demanda interna de combustible.
Ramírez reiteró que el suministro interno de combustibles no se verá afectado, destacando que en el país hay «cuatro millones de barriles almacenados para cumplir con los requerimientos» y recordando que el resto de refinerías siguen produciendo unos 735.000 barriles diarios de combustible.
El presidente de PDVSA no se pronunció sobre si la parada de las operaciones en Amuay afectará las exportaciones del país, principalmente a Estados Unidos, su mayor cliente, pero el economista petrolero Rafael Quiroz descartó esa posibilidad.
«El incendio fue solamente en el área de almacenamiento», donde «hay tanques de depósito que sólo se utilizan para efectos de aumento (puntual) de exportaciones, consumo interno o emergencias», dijo Quiroz a la AFP.
Jordi Miro / AFP