Mítica estructura del estado Zulia cumple 50 años
Correspondió al presidente Rómulo Betancourt inaugurar la obra que, para la época, costó una fortuna: 329 millones 580 mil 136 bolívares
El dato
La longitud del puente es de 8 mil 678 metros y está compuesto por tramos de 235 metros de luz.
“Cuando voy a Maracaibo y empiezo a pasar el puente, siento una emoción tan grande que se me nubla la mente…”. Esta emblemática gaita hace referencia a la estructura ícono de la entidad zuliana, el puente General Rafael Urdaneta que cumple 50 años de haber sido inaugurado.
El 1ero. de septiembre de 1962, el entonces presidente de la republica, Rómulo Betancourt, inauguro esta imponente obra, con la bendición del monseñor Roa Pérez. A su inauguración asistieron, además del presidente y del entonces gobernador, Luis Vera Gómez, autoridades de otros países y el tren ejecutivo, que en total conformaban un grupo de más de 200 mil personas.
El puente General Rafael Urdaneta fue en sus primeros tiempos el puente de concreto más largo de América del Sur. Sus 8 mil 678 metros de extensión lo catapultaron como la obra de ingeniería moderna más importante del mundo, pero esa no fue su única cualidad, lo fue también el hecho de que por primera vez, se empleó el sistema de tirantes con el cual se modificaron las normas internacionales sobre la longitud permitida para las luces.
El puente sobre el Lago de Maracaibo es una obra de carácter comunicacional, cuya construcción se inicio el 15 de agosto de 1957 y concluyó para su inauguración el 1ero. de septiembre de 1962. Su construcción duró aproximadamente cuatro años y su costo superó los 300 millones de bolívares. El puente es una cinta que se tendió sobre las aguas, para unir la costa occidental y oriental, espacio que se recorría en dos horas de ferry por la parte más angosta del lago, entre Maracaibo y el pequeño puerto de Palmarejo.
La construcción
Hasta 1956, Maracaibo se mantuvo físicamente distanciado de Venezuela. La economía zuliana se fundamentaba en la actividad portuaria y se nos hacía más fácil viajar a Aruba y Curazao que a la propia Caracas. Esta independencia histórico-geográfica delineó un rasgo definitivo en el zuliano: la autonomía.
Ese año, el Gobierno de Venezuela decidió promover un concurso internacional para el proyecto y construcción de una obra de ingeniería que enlazará al próspero occidente de Venezuela con el resto del país. Diez consorcios respondieron el llamado, presentando 18 proyectos muy diversos, pero ninguno satisfizo las expectativas.
Debido a esto, en 1957, se convocó una segunda licitación internacional, declarada desierta por nuevos criterios generados por las exigencias que formularan los departamentos de Marina y Vialidad. Ese mismo año, el Gobierno decidió llamar a las empresas admitidas en primera licitación a un nuevo concurso. Fueron presentados doce proyectos con precios que oscilaban entre 284 y 760 millones de bolívares.
Pero sólo un proyecto ofrecía un material distinto al acero: el del “Consorcio Precomprimidos C.A. y Julios Berger A.G.”, que según propuesta del ingeniero Ricardo Morando, planteaba la alternativa de utilizar exclusivamente concreto precomprimido o armado en toda la construcción.
Esta propuesta tenía grandes ventajas: era más resistente al clima húmedo de Maracaibo, lo cual disminuiría considerablemente los gastos de mantenimiento; cumplía con las exigencias estéticas de la obra y permitiría reducir las importaciones, entre otros atributos. Fue así como se dio inicio a la construcción de esta formidable estructura.
Para la construcción del puente sobre el Lago de Maracaibo se utilizaron 3 mil sacos de cemento de 46 kilogramos, 20 mil toneladas de cabillas, 67 mil 483 metros lineales de pilotes de perforación redondos, 25 mil 668 metros lineales de pilotes de hinca redondos y 6 mil 338 metros lineales de pilotes de hinca cuadrados. En la etapa de mayor actividad, se emplearon 2 mil 630 trabajadores y 30 por ciento de los técnicos que trabajaron en las obras fueron venezolanos.
El 06 de abril de 1964, el tanquero “Esso Maracaibo” de 36 mil toneladas de desplazamiento, cargado de petróleo crudo, se quedó sin energía, lo cual hizo que chocara de lado, contra dos pilotes del puente, causando la ruptura de la estructura. Lamentablemente, varios vehículos que se desplazaban por el puente, no se dieron cuenta del accidente y cayeron al vacío, ocasionando la muerte de siete personas. Ocho meses después, el puente fue reconstruido por la Creole Petroleum Corporation, dueña del tanquero.
En la actualidad y para optimizar su servicio y operaciones, el puente “General Rafael Urdaneta” cuenta con cableado de fibra óptica y portales que albergan cámaras de video a objeto de ejercer controles sobre las velocidades de los vehículos, detectar accidentes, resguardar la seguridad de los usuarios y minimizar el número de suicidios, entre otros aspectos. Hoy en día, este ícono zuliano por excelencia es manejado por FONTUR.
Bien de Interés Cultural
El Ejecutivo Nacional, a través del Instituto del Patrimonio Cultural, en cumplimiento de sus obligaciones, entre las que se contempla garantizar la protección, preservación, enriquecimiento, conservación y restauración del patrimonio cultural de la Nación, declaró como Bien de Interés Cultural el puente sobre Lago de Maracaibo General Rafael Urdaneta, según la Resolución Nro. 015-02 de fecha 21 de agosto del 2002
Edda Pujadas
Twitter: @epujadas