El joven de 20 años Albert Eduardo Angulo Salazar, iba camino a encontrarse con una prima para ir a cuidar a su padre que estaba hospitalizado en una clínica, cuando varios hombres que iban en un carro, lo confundieron con otra persona que buscaban y le dispararon por equivocación
En el barrio San Isidro de Petare, fue asesinado de siete disparos, Albert Eduardo Angulo Salazar, de 20 años de edad, estudiante de Comercio Exterior de la Universidad José María Vargas, quien era hijo de un instructor de árbitros de la Federación Venezolana de Fútbol.
El joven iba camino a encontrar con una prima para ir a cuidar a su padre que estaba hospitalizado en una clínica, cuando varios hombres que iban en un carro, lo confundieron con otra persona que buscaban y le dispararon por equivocación.
En total fueron cuatro los hombres que participaron en el crimen. Dos bajaron del carro de color abarajando y sorprendieron al universitario cuando caminaba calle abajo. Primero le dieron un tiro en la pierna que le perforó la femoral, pero en ese momento se dieron cuenta que no se trataba de la persona que creían.
Según los deudos del joven, uno de los individuos le comentó al otro “Nos equivocamos, pero ya no importa, ya nos vio” y seguidamente le efectuaron otros cinco tiros, cinco en el pecho y uno en el hombro.
Los homicidas corrieron hacia el vehículo en que llegaron, donde presuntamente iban otros dos hombres. Huyeron del lugar sin dejar rastro.
El padre del estudiante, Alberto Angulo, es gerente de Transferencia Internacional e instructor de árbitros de la FVF, contó que el asesinato de su hijo ocurrió cuando el muchacho iba a encontrarse con una prima, para ir junto a relevar a su tía, que había pasado en la noche en la clínica cuidando de él (Alberto).
El joven era el mayor de 3 hermanos y estaba iniciando su carrera arbitral, para seguir los pasos de su padre, quien posee una larga trayectoria a nivel nacional e fuera del país, como encargado de las transferencias de jugadores internacionales, al punto de haber participado en la Copa América.
Ahora mismo, Angulo se prepara para viajar a la sede de Fifa en Zuiza, para realizar un curso de mejoramiento arbitral para perfeccionar la disciplina en el país. Este domingo, se hizo un minuto de silencio en todos los partidos nacionales del balompié, en honor de la memoria de su hijo.
“Es incontrolable
la inseguridad”
El árbitro condenó los índices de violencia que lo hacen víctima de esta tragedia. “Es incontrolable la inseguridad. Cualquiera saca una pistola. No tienen para comer pero si para comprar una pistola de 30 mil bolívares y ponerle peine de 60 tiros”, dijo.
Además agregó, que en mucho incide el rol de los padres, como formadores de valores que “hemos perdido”, comentó.
A esos hombres y mujeres a cargo de la crianza de las nuevas generaciones en sus hogares, elevó un mensaje para que cuiden a sus hijos e indicó que no vale la pena tomar la justicia por sus manos. “Hay que tener mucha sangre fría”, expresó.
Aunque estaba hospitalizado para el momento del hecho y no logró llegar a tiempo, recordó que en la última conversación con su hijo, durante la práctica que tuvieron el miércoles, éste le dijo “que me iba a sentir orgulloso de él, porque iba a ser internacional como su padre”, contó.
Las autoridades del Cicpc iniciaron las investigaciones para dar con los homicidas. Inicialmente se maneja que el crimen era dirigido a otra persona por un lío de faldas. Aunque no hay adelantos respecto a la identidad de los responsables, el padre de Albert Angulo lo deja a otras instancias. “Le pido a Dios que le de tranquilidad a quien hizo esto y que haya paz para mi hijo”, dijo.
AA