El mediocampista venezolano vive un gran momento en la Bundesliga, justo cuando César Farías asoma la posibilidad de no convocarlo
César Farías no ha dado nombres. Pero se ha interpretado que entre sus “medidas antipáticas” figura dejar por fuera, en la convocatoria para los juegos contra Perú y Paraguay, a ciertos jugadores importantes. Entre ellos a Juan Arango, que ha sido capitán de la oncena desde el comienzo de su gestión.
La ausencia del maracayero en la gira a Japón, se dijo, fue debida a dolores musculares. Los rumores indican que el disgusto de Farías se debería a que pocos días después salió al campo con su equipo en Alemania. Y no lo hizo nada mal.
Lo que es más, Arango está en su mejor momento. Se ha convertido en líder del equipo -que ya el año pasado, en buena parte por su concurso, tuvo destacada actuación en la temporada de liga- y el sábado dio otra demostración “para coger palco”: asistencia del primer gol, autoría del segundo con magistral tiro libre, de su “marca particular”. Con ese toque tan personal, la ha puesto difícil.
Por supuesto que no pocos alusiones se hicieron en los medios venezolanos (y en los alemanes) sobre la supuesta marginación del volante de privilegiada zurda. Aunque, insistimos, Farías no ha dicho nombre alguno. Será el jueves, seguramente (si no hay adelanto) cuando, según la FVF, el técnico dará a conocer la lista, exponiendo asimismo ante los medios las razones de esas “medidas antipáticas” que anunció hace diez días.
¿Será que el seleccionador quiso lanzar un globo de ensayo para medir las reacciones? Si es así, tuvo plena respuesta. Sin embargo, el sonido de las piedras indican que algo viene en el río, y ojalá ese intercambio con los comunicadores aclare las cosas. Que a todos nos interesa la Vinotinto y lo que suceda en su entorno.
Por cierto, sería deseable que haya madurez en el intercambio, que no se tome la oportunidad para presentar rivalidades pequeñas ni actitudes soberbias, pues se trata de un momento clave en el camino hacia el mundial Brasil 2014. Que todavía tiene serios obstáculos.
Armando Naranjo
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