Los vientos de este frente se extienden hasta 335 kilómetros del centro del tifón, lo que mantiene también en alerta la costa de Luisiana
WASHINGTON. La tormenta tropical «Isaac» se convirtió ayer en un huracán de categoría uno frente a la costa norte del Golfo de México, donde se prevé que llegue esta noche o mañana.
Así lo anunció el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de EE.UU., que detalló que un avión de reconocimiento ha detectado que los vientos máximos sostenidos de «Isaac» se han incrementando hasta alcanzar los 120 kilómetros por hora.
Desde hacía días se temía que «Isaac» se convirtiera en huracán y finalmente lo ha hecho tras ganar fuerza en las calientes aguas del Golfo de México, por donde se desplaza muy lentamente hacia el noroeste.
A las 15.20 GMT, el CNH ubicó la tormenta en 28,1 grados de latitud norte y 88,6 grados de longitud oeste, a unos 115 kilómetros al sur-sureste de la desembocadura del Misisipi y a unos 250 kilómetros al sureste de Nueva Orleans (Misisipi).
«Isaac» avanza a unos 17 kilómetros por hora hacia el noroeste (310 grados), ligeramente más enderezado hacia el norte que en las últimas horas, lo que mantiene en máxima alerta a las zonas costeras del estado de Misisipi y del este de Luisiana, incluida Nueva Orleans.
Los vientos de este frente se extienden hasta 335 kilómetros del centro de la tormenta, lo que mantiene también en alerta al resto de la costa de Luisiana, parte del extremo este de la costa de Texas, toda la costa de Alabama y parte del oeste de Florida.
El CNH prevé que el frente toque tierra esta noche o mañana en algún lugar del área en máxima alerta, en la que está incluida Nueva Orleans, donde mañana se cumplirán siete años del azote del devastador huracán «Katrina», el más costoso y letal de la historia de Estados Unidos. / Agencias
Más temprano
El presidente estadounidense, Barack Obama, advirtió ayer sobre daños significativos e inundaciones que podría provocar la tormenta tropical Isaac, instando a la gente que se encuentra en su trayectoria a tomar seriamente esta «gran tormenta» y seguir las directivas.
«Ahora no es momento para tentar al destino… Necesitan tomar esto seriamente», dijo Obama en una alocución televisada desde la Casa Blanca, mientras Isaac amenaza con convertirse en un huracán al aproximarse a la atribulada ciudad de Nueva Orleans, en Luisiana (sur).
«Nos enfrentamos a una gran tormenta, y podría haber inundaciones significativas y otros daños en una zona amplia», señaló el mandatario.
Agencias