El jefe del principal grupo de oposición sirio que lucha por derrocar al presidente Bashar Assad criticó a Washington por decir que es prematuro hablar de un gobierno sirio de transición, mientras el gobierno de Siria lanzó volantes en los que amenazó a los rebeldes con la muerte si no entregan sus armas.
Varios helicópteros militares arrojaron sobre Damasco y sus alrededores miles de volantes con la amenaza de una «muerte inevitable» si los insurgentes no entregan las armas, como parte de una intensificada ofensiva por recapturar zonas cercanas a la capital.
Los panfletos parecen parte de una guerra psicológica del gobierno contra los rebeldes, pero es muy improbable que tengan algún efecto sobre los combatientes en su campaña por deponer al presidente Bashar Assad.
Algunos de los volantes arrojados, que estaban firmados por las fuerzas armadas y el comando general del ejército decían: «El ejército sirio está determinado a limpiar cada parte de Siria y ustedes tienen solamente dos opciones: Abandonan sus armas … o enfrentan una muerte inevitable».
De acuerdo con organizaciones de derechos humanos, más de 20.000 personas han muerto en Siria desde que la revuelta comenzó contra Assad en marzo de 2011. AP