Londres puede haber organizado los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, pero la ciudad de Bristol -en el suroeste de Reino Unido- es el lugar en el que hay que estar si le gustan los robots deportivos.
Un total de 26 equipos de robots, provenientes de todo el mundo, compiten en disciplinas como el fútbol, el baloncesto y el levantamiento de pesas, en la Copa FIRA RoboWorld.
Esta es la primera vez que el evento se realiza en el Reino Unido y los organizadores aseguran que ha habido un número sorprendente de participación.
Además, los robots también están rompiendo récords olímpicos.
El robot «Usain Bolt» proviene de Singapur.
«El récord de una carrera corta era de 42 segundos, pero el robot de Singapur se impuso este año con 31 segundos», dijo a la BBC el organizador Guido Herrmann.
Pero los robots no corren carreras de 100 metros. «Son solo tres metros de ida y tres de vuelta», explicó Herrmann.
Al igual que en las competencias de humanos, los entrenadores son vitales para los robots.
La competencia se complica por el hecho de que los equipos no conocen las superficies en las que se llevarán a cabo las competencias.
«Una mesa es lo más fácil», dice el miembro del equipo del Reino Unido, David Pollard, «pero también podría ser el suelo o una alfombra. Eso se decide a última hora».
Pollard señala que aunque algunos robots han sido construidos desde cero, participan otros que han sido comprados ya listos en tiendas. No cree que eso sea injusto.
«Los dueños de los robots deberían ser capaces de construir un mejor androide que aquellos que venden los almacenes», dice.
El foco principal de la competencia es el fútbol, pero el resto de las disciplinas también son intensas.
Días antes de que comenzara el evento, Herrmann explicó que el récord actual es el levantamiento de 89 discos de DVD, lo cual es sumamente representativo para un robot pequeño. Sin embargo, durante los entrenamientos, un par de robots ya han levantado 100 DVD’s», señala el organizador.
Muchos «atletas» compiten en múltiples especialidades. El organizador los describe como «decatletas», y aunque la diversión sea lo más importante del evento, todos los participantes deben estar al tanto de una regla vital: «Los robots deben ser autónomos. Una vez que comience la competencia, las manos humanas no pueden volverlos a tocar».
Agencias