Parece zona de guerra

 520 viviendas son las que resultaron afectadas por la explosión en la refinería Amuay, según el más reciente balance dado por la gobernadora del estado Falcón, Stella Lugo de Montilla. El barrio Alí Primera fue el que principalmente resultó impactado por el suceso, que lo dejó devastado, como si fuera una zona de guerra.

PUNTO FIJO..Para poder determinar las causas de la explosión en la refinería de Amuay, una de las más grandes del mundo ubicada en el occidente venezolano, habrá que esperar que se extinga el fuego que desde hace tres días se extiende en grandes columnas, explicaron las autoridades.
Stella Lugo, gobernadora del estado Falcón, dijo que 48 personas murieron en la explosión en declaraciones a la emisora venezolana de noticias Unión Radio. Funcionarios han dicho que decenas de personas resultaron heridas. La gobernadora destacó además que 520 viviendas resultaron afectadas, siendo la zona más devastada el barrio Alí Primera, aledaño a la zona del siniestro.
Los residentes del barrio próximo a la refinería dijeron que no tuvieron ninguna advertencia antes de la explosión ocurrida en las primeras horas del sábado.
En tanto el vicepresidente Elias Jaua informó a través de su cuenta de Twitter que «un tercer tanque… acaba de tomar fuego» en la refinería de Amuay. Posteriormente el evento fue confirmado por el ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez:  «Un tercer tanque, el tanque 204, ha estado permanentemente con focos de fuego en el techo. Perdimos el techo a las 2:15 pm y el tanque también está incendiándose en este momento», declaró el funcinario.

«Hay que esperar»

La fiscal general Luisa Ortega Díaz, por su parte, indicó el lunes que «todavía no contamos con elementos para determinar las causas del accidente, hay que esperar».
«Hasta este momento no hay ninguna persona desaparecida, no tenemos ninguna información o recibo de alguna denuncia de que se tenga un familiar desaparecido», agregó la fiscal en una conferencia de prensa en las instalaciones del Complejo Refinador de Paraguaná en Falcón, a unos 500 kilómetros al noroeste de Caracas.
Díaz indicó que un equipo especial del Ministerio Público estará a cargo de la investigación de los hechos en articulación con la policía, las fuerzas armadas y expertos petroleros.

Crecen las dudas…

Entre los pobladores de los sectores La Pastora y Alí Primera, aledaños a la refinería de Amuay, crecen las dudas sobre las explicaciones dadas por las autoridades acerca de las posibles causas del accidente en el Complejo Refinador, que dejó también más de 150 heridos.
Esteban Mosquera, de 31 años, un vecino del sector Alí Primera, una barriada pobre que colinda con la playa de almacenamiento donde se produjo la explosión, está preocupado por la frecuencia de accidentes en la industria petrolera.
«Creo sinceramente que es imposible evitar un accidente… pero tenemos más de cinco años donde si no es una cosa es otra, apagones en Amuay, incendios aquí en Cardón. Y después de esto estamos mucho más preocupados», dijo a la AP.
Agregó que quienes viven cerca de refinerías entienden los riesgos que ello implica pero indicó que «aquí los accidentes en años recientes han sido muy frecuentes, pero habían sido leves, nada en comparación a esto… Sólo esperamos que nos ayuden, con la explosión lo hemos perdido todo».
En la última década se han registrado numerosos accidentes y fallas en el Complejo Refinador de Paraguaná, integrado por las refinerías de Amuay y la adyacente Cardón que en conjunto componen uno de los sistemas refinadores más grandes del mundo, capaz de procesar diariamente unos 900.000 barriles de crudo y producir 200.000 barriles de gasolina, entre otros derivados del petróleo.
Al menos dos docenas de fallas eléctricas, incendios y explosiones de baja intensidad fueron reportados entre los años 2003 y 2011. El más grave de ellos ocurrió en enero de 2009, cuando un incendio en el área de tanques de Cardón dejó un saldo de al menos una decena de heridos.
El domingo Chávez afirmó que faltan determinar las causas pero que no se puede decir por ahora que haya sido por falta de mantenimiento.
Pero críticos y expertos en el manejo de la industria petrolera afirman que las refinerías venezolanas acusan fallas y retrasos en el mantenimiento. Otros afirman que los problemas de seguridad se agudizaron como consecuencia de los despidos masivos que realizó el gobierno en la estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA).
Cerca de 18.000 empleados petroleros, que representaban 45% de la nómina de la empresa, fueron despedidos en 2003 por haberse sumado a un paro convocado por la oposición para presionar la renuncia de Chávez.
No fue hasta marzo cuando el gobierno logró restablecer la totalidad de las actividades de la corporación y elevar la producción de crudo.
Ivan Freites, presidente del sindicato de petroleros de Falcón, afirmó que han alertado repetidamente a la empresa sobre «la delicada situación» de seguridad en las refinerías por el cúmulo de fallas.
«Nosotros veníamos alertando que había una serie de eventos: incendios, paradas imprevistas de equipos, líneas que fugaban y que causaban la paralización total de la refinería», dijo a la AP en una entrevista telefónica.
Agregó que a principios de año informaron que la seguridad se encontraba en una situación muy delicada. «Eso era motivo de inmediatamente paralizar la unidad… la tragedia la han podido evitar».
Mientras se determinan las causas del accidente, los moradores de las zonas aledañas a la refinería siguen angustiados.
«Nosotros estamos más cerca de la refinería… solamente Dios sabe si en verdad eso se va a apagar o se va a seguir incendiando. Nosotros tenemos temor, la situación no es fácil», dijo Karelys Miquelena, de 29 años, madre de dos niños cuya casa colapsó tras la explosión dejándola si techo y con las paredes agrietadas.

La opinión de un experto

Thomas O’Donnell, un experto en petróleo adscrito a la New School University de Nueva York, indicó que «no se puede decir que un suceso cualquiera se debe a un patrón de falta de mantenimiento antes de que se complete la investigación».
Pero agregó, sin embargo, que «se puede decir que este es uno de una serie de demasiados frecuentes accidentes en esta y otras refinerías venezolanas en los últimos aproximadamente cinco años. Sé por entrevistas que realicé con personas de negocios que contrata la prestación de este mantenimiento por PDVSA y de los contactos internos de PDVSA que sus refinerías han sufrido de negligencia sin precedentes y el retraso en el mantenimiento».

Jorge Rueda / AP

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