La primera víctima que se conoció de de Kenneth Alessio Bianchi -quien nació en Nueva York-, fue Yolanda Washington, cuyo cuerpo fue localizado, desnudo y violado, cerca de un cementerio
Kenneth Bianchi sigue pagando condena, pues se le negó la libertad condicional el 18 de agosto de 2010 por una junta estatal en Sacramento
Kenneth Alessio Bianchi nació el 22 de mayo de 1951 en Rochester Nueva York, fue hijo de una prostituta adicta al alcohol que dio a la criatura en adopción. Tres meses después, fue adoptado por el matrimonio Bianchi.
A los cinco años, su madre adoptiva consultó un médico porque Kenneth padecía numerosos lapsos en los que se quedaba ido con los ojos volteados y aunque el doctor pronosticó que se curaría llegada la pubertad, las maestras lo consideraban casi un desadaptado. Sus logros escolares eran erráticos y su temperamento sumamente irritable.
Cuando tenía 13 años, murió su padre adoptivo y su madre tuvo que redoblar sus esfuerzos laborales para mantener a flote la economía familiar. A los 15 años, su conducta cambia notablemente, saliendo con muchachas y llevando una vida social bastante normal y a los 18 años se casa con Brenda Beck, a quien abandona al poco tiempo.
Nuevamente se casa, pero esta vez el abandonado es él. Por algún tiempo, saltó de un empleo a otro, generalmente en puestos de seguridad o vigilancia, pero duraba poco tiempo en ellos. A los 26 años, se muda a Los Angeles junto a su primo, Angelo Buono, cuya vida se distinguía por misoginia, falta de ética y escasa en educación.
Desde temprana edad comenzó su prolífica carrera delictiva robando cosas pequeñas, escalando al robo de automóviles. Desde adolescente, alardeaba de violar y sodomizar muchachas y cuando Kenneth se muda con él, tiene tratos con varias jovencitas del vecindario. Ambos primos terminan por convertirse en padrotes, regenteando prostitutas.
Cuando Kenneth se afinca en Los Angeles consigue empleo, se compra un viejo Cadillac y consigue apartamento. El día que Kenneth se queda sin dinero, a su primo Buono se le ocurre la idea de explotar prostitutas. Aprovechando la buena estampa de Bianchi para enganchar muchachas y las conexiones que Buono poseía para conseguir clientes, el negocio estaba garantizado.
Los crímenes
Logran controlar a un par de chicas llamadas Sabra Hannan y Becky Spears, a quienes someten a fuertes abusos físicos, teniéndolas casi secuestradas. Las jóvenes logran escapar y ellos consiguen una nueva recluta, la prostituta Deborah Noble, quien consigue su libertad a cambio de una lista de clientes.
Cuando los primos descubren que la lista era falsa, decidieron descargar su furia en Yolanda Washington, amiga de Noble, a quien no sabían donde localizar. De Yolanda sabían que trabajaba en un lugar de Sunset Boulevard, por lo que se convirtió en la primera víctima de los desalmados sujetos. En otoño de 1977 fueron encontradas mas jovencitas asesinadas.
A dos semanas del hallazgo del cuerpo de Yolanda Washington, apareció el cuerpo desnudo de una mujer joven. Acaso tendría 16 años y en su cadáver aparecieron las cinco marcas que serían la norma de estos hallazgos: cicatrices por atadura en manos, pies y cuello.
El detective Frank Salerno del departamento del Sheriff del Condado asumió el caso. Otra víctima, también prostituta, apareció en noviembre de 1977 y ya los medios de comunicación hablaban del estrangulador de Hillside, sin embargo, el detective de la policía de Los Angeles, Bob Grogan, aseguraba que era más de un asesino.
Lamentablemente, aparecieron ocho cadáveres más en la zona, pero luego pasó todo un año sin que aparecieran nuevos cuerpos. Durante ese tiempo Kenneth Bianchi se mudó a la ciudad de Bellingham en el estado de Washington y tal vez trató de iniciar una vida nueva junto a su novia y su hijo Ryan, pero regresó a las andadas.
Así cayeron
El 12 de enero de 1979 la policía de la ciudad fue reportada acerca de la desaparición de dos estudiantes de la universidad local. Las chicas de nombre Karen Mandic y Diane Wilder compartían habitación y se trataba de personas responsables y serias, así que cuando el jefe de Karen echó de menos su presencia en el trabajo, recordó que la chica le había comentado sobre un ofrecimiento que había recibido para presentarse como niñera en una casa de un barrio adinerado y que un amigo suyo, agente de seguridad, le había pasado la información.
Tras las indagaciones policiales, fueron localizados los cadáveres de las infortunadas muchachas y el oficial de seguridad, amigo de Karen que, por supuesto era Kenneth Alessio Bianchi, fue detenido. Pronto, fue relacionado con los casos de Los Angeles y Buono también cayó bajo la lupa policial.
Kenneth trató de demostrar, infructuosamente, que sufría de trastornos de personalidad. El fiscal le ofreció testificar en contra de Buono y declararse culpable del par de homicidios de Washington a cambio de purgar sentencia de por vida en California, pues de lo contrario sería ejecutado.
El 22 de octubre de 1979 la policía detuvo a Angelo Buono. Su proceso enfrentó numerosas dificultades legales, a pesar de la evidencia presentada y de la confesión de Bianchi. Finalmente, fue a la prisión estatal de Calipatria, donde murió a los 67 años en el 2002 por una afección cardiaca.
Kenneth Bianchi sigue pagando condena, pues se le negó la libertad condicional el 18 de agosto de 2010 por una junta estatal en Sacramento y será elegible para solicitar la libertad condicional de nuevo en el 2025.
Crueldad extrema
Al igual que otros asesinos seriales, Kenneth Bianchi relató uno a uno los escabrosos detalles de sus homicidios, sin mostrar remordimiento. Sin embargo, se mostró renuente a testiguar sobre el crimen de Kristina Weckler porque había sido la muerte más larga y tormentosa. La habían asfixiado con una bolsa de plástico a la cual le inyectaron gas de la cocina y tomó más de una hora de indecible sufrimiento antes que la chica falleciera
Edda Pujadas
Twitter: @epujadas