Las fuerzas del Gobierno atacaron en la capital y su periferia, donde se encontraron, según los opositores, cadáveres de personas ejecutadas
Más de cien personas murieron ayer en Siria por los ataques del régimen de Damasco y en enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes, denunciaron los grupos de la oposición.
La Comisión General de la Revolución Siria y los Comités de Coordinación Local apuntaron que al menos 134 personas fallecieron, mientras la Red Siria para los Derechos Humanos elevó la cifra a 146.
La mayor parte de las víctimas se registró en la capital y su periferia, objetivo de los bombardeos de las tropas del régimen y donde, según los opositores, se encontraron los cadáveres de varias personas ejecutadas en distintos barrios.
La Comisión y los Comités informaron del descubrimiento en Kafr Batna, en los alrededores de la capital, de los restos de catorce personas asesinadas a tiros, aunque el Observatorio Sirio de Derechos Humanos señaló que fueron doce los muertos sin identificar.
Este último grupo agregó que también se hallaron cadáveres en el área de Heteita al Turkomán, en Guta al Sharqia y en Harsata, en la periferia de Damasco.
Anteriormente, las organizaciones opositoras revelaron el hallazgo esta mañana de los restos de cinco personas en el barrio damasceno de Al Qadam, con señales de haber sido torturadas y mutiladas.
Un activista llamado Sham Suhaib al Qasem, residente en las afueras de Damasco, dijo por internet que otros cuatro cadáveres fueron encontrados en la localidad de Al Tel, en la periferia de la capital.
Al Qasem añadió que durante toda la mañana las fuerzas gubernamentales bombardearon intensamente la zona de Hayar Asuad, al igual que Arbin, en los alrededores de Damasco, que fue atacada por los tanques del régimen.
Otras provincias sirias que han sido hoy blanco de los ataques gubernamentales son Idleb (norte), Deir al Zur (este), Alepo (norte) y Homs (centro), donde se enfrentaron a los rebeldes del Ejército Libre Sirio (ELS).
El consejero de comunicación de la Comandancia del ELS, Fahd al Masri, dijo a Efe por teléfono que los insurgentes se apoderaron ayer de la sede de un batallón de la defensa aérea en Albukamal, en Deir Zur, y se hicieron con cohetes antiaéreos, antiblindados y abundante munición.
Los grupos opositores destacaron que esa localidad fue objetivo hoy de intensos bombardeos por parte del régimen.
Los Comités apuntaron que allí se registraron duros enfrentamientos entre el ELS y las fuerzas armadas.
En Idleb, un testigo llamado Abu Husein indicó a Efe por internet que los rebeldes desarrollaron operaciones en el área de Harem, próxima a Turquía, y en el aeropuerto de Abu Duhur, por cuyo control se enfrentan a las tropas del régimen.
Según Husein, el ELS ha logrado avanzar en Ariha y los efectivos leales al presidente Bachar al Asad se han retirado de un puesto de control en esta localidad tras sufrir importantes pérdidas.
Mientras, se reanudaron hoy los bombardeos contra Alepo, la capital económica del país, en los barrios de Al Sukari, Hanano y Bustan al Qasr, además de en el suburbio de Deraa Ezaa, indicó el Observatorio.
La red Sham subrayó que la localidad de Marea, en las afueras de esa ciudad, fue atacada por los aviones Mig, de fabricación rusa, que emplea el régimen.
Otro pedido de cese al fuego
Este sábado el nuevo mediador internacional para Siria, Lakhdar Brahimi, pidió a todas las partes el cese de la violencia y consideró que el régimen debe asumir «una mayor responsabilidad» en el fin de las hostilidades, en una entrevista el sábado a la cadena Al Arabiya.
En esta entrevista divulgada en el sitio de la cadena basada en Dubái, Brahimi indicó que era «demasiado prematuro considerar el envío de tropas árabes o internacionales a Siria», ya que «una intervención militar supondría el fracaso del proceso político».
«Todas las partes deben dejar de recurrir a la violencia», dijo este emisario de la ONU y de la Liga Árabe, que asumió oficialmente su cargo este sábado.
Destacó lo siguiente: «El gobierno (sirio) tiene un rol y una responsabilidad mayores» en el cese de los enfrentamientos.
Brahimi reemplazó a Kofi Annan, que dimitió el 2 de agosto tras el fracaso de su mediación para resolver el conflicto en Siria, debido según él a la falta de apoyo de las grandes potencias.
El Consejo de Seguridad de la ONU está muy dividido sobre Siria. China y Rusia bloquearon tres propuestas de sanciones contra el régimen del presidente Bashar Al Asad.
Los combates entre rebeldes y soldados del ejército sirio han dejado en 18 meses de rebelión más de 26.000 muertos, según una ONG siria.