Una calamidad es lo que viven los vecinos de la comunidad de Los Dos Cerritos, debido a los constantes apagones, a tal punto que en el último corte eléctrico pasaron más de 17 horas entre desespero y calor. La vecina Josefina González expresó, “las autoridades nunca vienen y por eso ya estamos desmotivados en colocar cualquier denuncia, estamos olvidados por completo y nadie dice ni hace nada.
Todas las madrugadas es la misma situación, entre la electricidad y la falta de agua en toda la comunidad. Debemos ingeniárnoslas a veces para que la poca cantidad de agua nos alcance para bañarnos, cocinar y hacer las actividades diarias del hogar”. La habitante Maritza de Vargas comentó, “qué te puedo decir, la situación es grave en la zona, con vela en mano y el calor a millón pasamos casi todas las noches. Hay que hacer un llamado de urgencia a los trabajadores de Corpoelec e Hidrocapital, para que se integren a las comunidades y resolver las problemáticas. Si mal no recuerdo llamé para las oficinas de la institución de Energía en la noche y llegaron al siguiente día”.
Contaminación
Los comunales no perdieron la oportunidad para expresar la latente contaminación, producto del vertedero de basura en la quebrada de Los Dos Cerritos. Moscas, escombros e infinidades de desechos sólidos es el panorama del populoso sector.
Otro de los problemas que aquejan a los vecinos del sector es la falta de mantenimiento y operativos de asfaltado en la zona. “De verdad que esta comunidad está en mal en peor. La fiesta del asfalto nunca llegó y aún seguimos con las calles destrozadas y el mal estado de las cunetas. Con la llegada de las lluvias el pavimento se ha levantado progresivamente y hemos pasado cartas a los consejos comunales y los mismos hacen caso omiso de nuestras peticiones”, fue lo comentado por el vecino Ismael Izquierdo.
El deportista Jesús Manuel Briceño expresó que desde hace 50 años no cuentan con una estructura consolidada para realizar las actividades deportivas. “Tengo toda una vida en la localidad y nunca ha existido una cancha deportiva. Antiguamente en toda la avenida principal existía un campo de bolas criollas; pero con la ampliación de la comunidad, se eliminó. Ahora los niños juegan en el asfalto y en plenas calles, eso es un peligro en todos los aspectos”, dijo Briceño.
Vía www.notivargas.com