¿Y qué…?
“Está el hecho absurdo y ridículo que el Consejo Nacional Electoral suspendiera una cuña de 20 segundos en la que integrantes de Voluntad Popular presentaban una de las realidades más patéticas que vive el pueblo venezolano”
Los hechos que están sucediendo en este proceso electoral marcan la desagradable ventaja que tiene el candidato presaliente y futuro expresidente. Su muy triste declaración en el lamentable suceso de Amuay cuando expresó: “La función debe continuar” revela su falta de amor a ese pueblo que él quiere que lo reconozca como “El Corazón de Venezuela”; sin embargo y tomado de una página de Internet, la cual compartimos, y que dice: “A menos de dos meses antes de una de las elecciones más importantes en la historia de Venezuela, ocurrió una de las peores tragedias. Explosiones causaron incendios que ardieron durante cuatro días en la refinería de Amuay, la más grande de América del Sur. Ya hemos informado sobre la respuesta tardía de Hugo Chávez, quien se tomó un día para comentar sobre el problema por teléfono y un total de 36 horas para visitar la zona afectada”; dejando clara la realidad que representa el presaliente.
Igualmente está el hecho absurdo y ridículo que el Consejo Nacional Electoral suspendiera una cuña de 20 segundos en la que integrantes de Voluntad Popular presentaban una de las realidades más patéticas que vive el pueblo venezolano, que denunciaba las muertes inútiles de los jóvenes de nuestra patria y el dolor de una madre que veía desvanecer los sueños que ella y su hijo tenían de la vida… ¿en dónde está ese Consejo Nacional Electoral para prohibirle al presaliente las cadenas que hace casi todos los días, en las que se presenta como presaliente y sin embargo no son más que una burda campaña electoral solapada? A pesar de ello, nada impedirá que Capriles se convierta en nuestro Presidente, para la gran mayoría de nuestro pueblo esa será la gran verdad del 7 de octubre.
Otro de los bochornosos hechos que se ven en esta campaña presidencial es la de un candidato que no se sabe si es él presaliente o el que aspira, sin esperanza, a continuar gobernado a Venezuela, es el hecho de los tarantines rojos que proliferan por lo menos en nuestra capital, en donde permanecen dos o tres empleados públicos poniendo una música a todo volumen sin respetar a los ciudadanos que viven o tiene su zona de trabajo en esos lugares. Como un ejemplo claro, palpable y demostrable es la que se encuentra en la esquina Cruz, una de las cuatro esquinas de La Plaza Candelaria en Caracas. En este sitio no hay ley, denuncian los comerciantes y los moradores de la zona que han acudido a los que se encuentran en dicho lugares haciendo el proselitismo electoral y su respuesta es lapidaria: “No lo podemos hacer porque del Ministerio nos llaman la atención”, pero lo que es más grave y bochornoso es que al acudir a los efectivos de la Policía Bolivariana su repuesta es más vergonzosa ya que les informan “tenemos ordenes superiores de no interferir en ningún evento que realicen los partidarios del presidente Chávez” .
Utilizando un refrán venezolano muy popular que dice: “No importa que el sol se meta si la brisa seca la ropa”, afortunadamente esa brisa es un camino de triunfo y de victoria el 7 de octubre y que nos entregará a Henrique Capriles como nuestro próximo Presidente. Recordemos que la desesperación es un signo inequívoco de miedo y cobardía… ¡no sean cobardes!
Salomón Benshimol R.
sbenshimol@yahoo.com