Atrapada, la primera criminal en serie de Irán conocida como Mahin, confesó que había matado a seis personas, cuatro de ellas de entre 50 y 70 años, a las que engañaba y después drogaba para robarles las joyas y el dinero
“Las novelas específicas de Agatha Christie en las que basaba sus asesinatos no han sido reveladas, aunque es conocido el uso de narcóticos en las obras de la escritora británica”
“Tras los crímenes había un trastorno mental producido por la ausencia de su madre durante la infancia, ya que Mahin señaló que las víctimas le recordaban a su madre”
En un país como Irán, donde gran parte de las violaciones a los derechos humanos están relacionadas con la diferencia de género, la aparición de la primera mujer asesina en serie causó una gran conmoción social y cultura, que finalizó con la condena a la horca de la peligrosa dama.
Y es que la ley iraní da menos derechos a las mujeres que a los hombres y les asigna menor valor. Según el código penal, el valor de la vida de una mujer es la mitad del de la de un hombre y el testimonio de un testigo hombre equivale al de dos mujeres, así que era de suponerse que lo que le esperaba a esta asesina en serie no era nada fácil,
Mahin era una mujer que vivía en la ciudad de Qazvin, a unos 100 kilómetros de Teherán en Irán. Allí se habían cometido seis extraños asesinatos en los que las víctimas fueron cinco mujeres y un hombre de entre 50 y 70 años. Todos ellos, salvo una mujer, que murió a golpes, fueron hallados en sus casas estrangulados.
Deudas, una supuesta obsesión enfermiza por una madre que la abandonó y la admiración desmedida por las novelas de Agatha Christie. Con esa descripción la prensa iraní comenzó a desgranar los detalles del caso de una mujer de 32 años, identificada sólo como Mahin, que fue considerada la primera mujer asesina en serie de Irán al haber matado a seis personas.
La policía tenía muy pocos datos sobre la identidad del criminal, pero sí contaban con la descripción de un automóvil en el que, al parecer, se habían introducido algunas de las víctimas cuando fueron vistas por última vez. Esa única pista fue la que propició la detención de la asesina.
Otro aspecto que la policía tenía claro desde el inicio de las investigaciones es que los crímenes eran ejecutados por una sola persona, ya que existían algunas similitudes en las heridas que presentaban los cadáveres. “Todos aparecían asfixiados de la misma manera”, explicó un agente de Qazvin, consultado sobre el caso.
Los crímenes
En su confesión, Mahin aseguró que ella utilizaba los libros de afamada novelista de crímenes y suspenso, Agatha Christie, para cometer sus asesinatos y para seguir los consejos de la escritora a la hora de no dejar ninguna pista. La detenida manifestó que comenzó a asesinar por dinero, ya que necesitaba pagar una deuda de casi 20 mil euros.
Mahin, que confesó también el asesinato de su tía y su exarrendatario, ha revelado que elegía a sus víctimas con sumo cuidado, generalmente hombres mayores y mujeres de mediana edad, a los que les ofrecía llevarlos a casa cuando salían de los lugares de oración.
Una vez que conseguía llevarlos, les ofrecía un jugo de frutas cargado de somníferos, entonces los estrangulaba y les robaba todas sus pertenencias, joyas y dinero. Después abandonaba los cuerpos de sus víctimas en lugares aislados.
Las novelas específicas de Agatha Christie en las que basaba sus asesinatos no han sido reveladas, aunque es conocido el uso de narcóticos en las obras de la escritora británica. La policía consideró que detrás del crimen por dinero hay un trastorno mental producido por la ausencia de su madre durante la infancia, ya que Mahin señaló que muchas de las víctimas le recordaban a su madre.
Apresada por casualidad
A pesar de los asesinatos cometidos por esta iraní, su captura no se produjo porque hubiese cometido algún error en sus crímenes, sino por una casualidad. Mahin fue retenida por agentes policiales, tras cometer una pequeña infracción de tráfico, mientras le tomaban los datos de rigor, uno de los oficiales se percató que su vehículo coincidía con el que estaba siendo buscado por los investigadores encargados de resolver la oleada de crímenes, así que decidieron llevarla a la comisaría para interrogarla.
En la estación policial y sin necesidad de gran presión, la mujer confesó todos sus crímenes. Dijo que tenía una deuda cercana a los 20 mil euros y que asesinó a todas sus víctimas para quitarles el dinero, las joyas y cualquier objeto de valor que tuviesen en sus casas.
A pesar de que la mujer manifestó en varias oportunidades que se inspiró en las novelas de Agatha Christie para cometer sus crímenes, las autoridades consideraron que esto no es del todo verdad, pues si bien es cierto que en muchas novelas de Agatha Christie los asesinos usan veneno, sólo en una de ellas el protagonista es un asesino en serie.
Ese libro de Agatha Christie se titula Los crímenes del abecedario y en la trama, un homicida va dejando los cuerpos de sus víctimas en ciudades inglesas, siguiendo el orden del alfabeto: Andover, Bexhill, Churston… La asesina iraní también declaró como posible motivo para matar que algunas de sus víctimas le recordaban a su madre, fallecida cuando ella era una niña.
Tras ser juzgada y condenada por los seis asesinatos que le fueron comprobados y ya con 33 años de edad, el 20 de diciembre del 2010, Mahin fue ejecutada en la horca, pasando a la historia como la primera asesina serial de Irán.
Modus operandis
Generalmente, Mahin no mataba a sus víctimas de forma violenta, pues procedía a asfixiarlas, después de drogarlas, sin embargo, una de las mujeres fue asesinada a golpes con una barra, porque la criminal no le dio una dosis suficiente de su pócima macabra y no había quedado totalmente inconsciente, así que tuvo que recurrir a la fuerza
Edda Pujadas
Twitter: @epujadas