Varios muertos por atentados en capital siria

Dos vehículos con explosivos estallaron en Damasco, el otrora inexpugnable bastión del régimen del presidente sirio Bashar Assad, donde provocaron la muerte de cinco policías.
Los atentados, incluido uno frente a una mezquita que mató a los agentes, fueron cometidos mientras las fuerzas gubernamentales y los rebeldes se enfrentaban en vecindarios del sur de Damasco.
En Ginebra, el nuevo presidente de la Cruz Roja, Peter Maurer, dijo que sostuvo esta semana conversaciones «positivas» con Assad para que permita el acceso a detenidos y la entrega de ayuda que necesitan con urgencia cientos de miles de personas.
El éxodo de sirios que huyen de la violencia —sea para buscar refugio en otros lugares de Siria o en países vecinos— se ha acelerado drásticamente en los últimos meses conforme el conflicto se torna más brutal en el país.
Maurer indicó que sus conversaciones con Assad fueron «formales, al grano» y «evidentemente centradas en las necesidades humanitarias» como la autorización para la entrega de comida, medicinas y otras provisiones a cientos de miles de personas.
El directivo dijo que también visitó zonas rurales en los alrededores de Damasco, donde escuchó «relatos horrendos de ataques armados» que lo dejaron estupefacto.

La agencia de las Naciones Unidas para los refugiados, la ACNUR, ha dicho que refuerza sus operaciones de emergencia para 200.000 personas en Siria. También afirma que asiste a más de 200.000 refugiados en países vecinos.

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