El lunes 3 de septiembre, salió rumbo a Caucagua, para buscar unos cotillones del CNE que debía traer a Caracas
En el hospital Miguel Pérez Carreño, falleció a las 10:30 de la mañana del pasado lunes,
Carlos Enrique Parra Mujica. El camionero de 50 años de edad, murió a consecuencia de un paro respiratorio, por las quemaduras que sufrió en el 47% de su cuerpo, cuando delincuentes atacaron con una bomba molotov, el camión que conducía, en la carretera Nacional de Oriente.
Carlos Parra era chofer de un camión Chevrolet modelo 366, propiedad de otra persona. El transporte era contratado para movilizar mercancía de algunas empresas de cosméticos o de otra índole.
El lunes 3 de septiembre, salió con el camión rumbo a Caucagua, para buscar unos cotillones del CNE que debía traer a Caracas. En la ruta hacia Oriente, a la altura de El Clavo, se produjo el incidente, cuando personas desconocidas le salieron en la vía y lanzaron una bomba molotov contra el vidrio delantero del vehículo.
El transportista iba al volante, acompañado por una amiga que resultó ilesa. El artefacto impactó contra el vidrio, lo fracturo y prendió el fuego la parte delantera del camión. El hombre sufrió fuertes quemaduras en la mitad del cuerpo, mientras que el carro fue consumido casi totalmente por el fuego.
La sobreviviente del hecho logró salir del vehículo y pedir ayuda, mientras que los responsables del ataque desaparecieron. El herido fue llevado al hospital de Caucagua y de ahí hacia el hospital Pérez Carreño, donde a pesar de haber mostrado mejoría, falleció de un paro respiratorio cuando le hacía limpieza de las heridas.
Nomarglis Díaz, pareja del camionero, contó ayer en la morgue de Bello Monte, que aunque no conocen a la mujer que acompañaba a su marido, les resulta curioso que la misma no haya sufrido “ni un rasguño”.
Contó que su pareja, tras el incidente, le contó que cuando conducía, logró ver a la persona que se acercó al camión y lanzó la bomba, tras lo cual se prendió en fuego. “El me dijo que después solo vio una bola de candela que se le vino encima y decía que apenas saliera del hospital iba a buscar a ese hombre, porque era capaz de reconocerlo si lo veía”.
Parra vivía en Guarenas y dejó 11 hijos. El cadáver fue ingresado a la morgue de Bello Monte, con el número 164 del mes de septiembre.
Una amigo de la familia que los acompañaba en los trámites de retirar el cuerpo, contó que 40 años de su vida los dedicó a ser chofer de camión, oficio que abandonó por la inseguridad en las carreteras.
AA