La ciudad de Nueva York vive un nuevo aniversario de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, que en esta ocasión estarán marcados por la espinosa cuestión de la asistencia sanitaria a los trabajadores que realizaron la limpieza y desescombro de las Torres Gemelas.
El Gobierno federal de EE.UU. tiene previsto anunciar hoy que extenderá esa cobertura a las personas que padecen hasta cincuenta distintos tipos de cáncer, con lo que la lista de enfermedades relacionadas con el 11S cuyos pacientes reciben ayuda oficial tendrá un gran impulso.
«Añadir estos tipos de cáncer respaldará algo que ya sabemos que es cierto: que nuestros héroes están enfermos, y algunos mueren de cáncer contraído al respirar las toxinas de la Zona Cero», dijo la senadora federal por el estado de Nueva York Kirsten Gillibrand.
Sin embargo, añadir más enfermos (muchos de ellos graves) a la lista de beneficiarios de la llamada «Ley Zadroga» para compensar a quienes sufren problemas de salud relacionadas con las partículas respiradas tras la caída de las Torres Gemelas reducirá con toda probabilidad las compensaciones, ya que habrá más personas para beneficiarse de una cantidad ya fijada (4.300 millones de dólares)
La ceremonia de mañana estará protagonizada, un año más, por la lectura de los nombres de las 2.983 víctimas de los ataques contra el World Trade Center en Nueva York, la sede del Pentágono junto a Washington y el avión secuestrado por terroristas que se estrelló en Pensilvania cuando se dirigía hacia la capital, así como de los seis muertos del atentado de 1993 contra las Torres Gemelas.
El año pasado se abrió un parque en recuerdo a los atentados (cuatro hectáreas de extensión), y desde entonces lo han visitado más de cuatro millones de personas.
Mientras tanto, continúan las obras para la construcción del edificio único que sustituirá a las Torres Gemelas, conocido como Freedom Tower (Torre de la Libertad) y cuya conclusión está prevista para dentro de dos años, con un coste estimado de 3.900 millones de dólares.
La torre, incluyendo la aguja, tendrá una altura total de 541,68 metros (la cifra simbólica de 1.776 pies, en honor al año de la Declaración de Independencia de EE.UU.).
El edificio tendrá un total de 279.000 metros cuadrados de oficinas, y entre sus primeros inquilinos se conocen ya la editora Condé Nast y la Agencia de Servicios Generales (GAA, por sus siglas en inglés, una oficina de administración del Gobierno federal de EE.UU).
Otro nuevo edificio de oficinas situado al lado, el World Trade Center 4, abrirá antes, en 2013, mientras el edificio 3 no estará completado hasta 2015 como pronto.
El gran intercambiador de transportes, diseñado por el español Santiago Calatrava, comenzará a funcionar en 2015 reuniendo en un mismo lugar 13 líneas de metro y varias de ferrocarril de cercanías. EFE