El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) registró en agosto 498 protestas, de las cuales 225 están vinculadas a las exigencias de los trabajadores. La investigación que mide el nivel de protestas populares revela un incremento de las manifestaciones por viviendas dignas, al igual que las peticiones de seguridad ciudadana.
El (OVCS) dio a conocer su balance de agosto: 498 protestas, 3% más que el mes anterior, cuando se registraron 482. Durante ese tiempo fueron reportadas 26 huelgas de hambre, en su mayoría protagonizadas por los privados de libertad por razones políticas.
La solicitud de derechos laborales ocupó el 45% (225) de los reclamos, le sigue en importancia las solicitudes de vivienda digna con 34% (167); demandas por seguridad ciudadana, derechos de personas privadas de libertad, participación política y derecho a la justicia conforman el 18% de las exigencias (92) y los requerimientos educativos apenas el 3% (14 manifestaciones).
En cuando la conflictividad laboral agosto es el mes con más protestas en lo que va de año. Las principales exigencias de los trabajadores estuvieron orientadas a la discusión de contratos colectivos, incorporación a nóminas fijas por parte de tercerizados pago de deudas. Las modalidades de protesta fueron la paralización de actividades, asambleas, cierres de calle y concentraciones. Las principales exigencias de los trabajadores estuvieron orientadas hacia la discusión de contratos colectivos, incorporación a nóminas fijas y pago de deudas.
Esta importante información publicada en los medios nos lleva a analizar que la LOTTT impuesta por el gobierno nacional el 1ro. de mayo como la ley defensora de los trabajadores, no fue sino una manipulación electorera del patrono Estado, ya que el 90% de los conflictos laborales se desarrollan en los organismos públicos. Es decir el Ministerio del Trabajo es incapaz de hacer cumplir la LOTTT al patrón Estado. Determinando que los trabajadores ante la falta de institucionalidad laboral decidan impulsar huelgas, huelgas de hambre, paros ante la sordera estatal de no discutir los CC de más de 1.500.000 trabajadores en el sector público, de ministerios, alcaldías, gobernaciones, institutos autónomos, fundaciones y empresas del Estado.
Para muestra un botón fue el sacudón del Caruachi, sucedido hace tres semanas en Guayana, cuando los siderúrgicos increparon al Presidente a discutir el CC de SIDOR vencido hace 30 meses, motivando la orden del Comandante a su Gabinete y Presidentes de Empresa de negociar como si fuera un capricho presidencial y no un derecho laboral consagrado en la CRBV y en la LOTTT.
Con las cifras indicadas para este año en sus primeros 8 meses, podemos cerrar con número de conflictos laborales superior a los 2.500 conflictos, lo que refleja que no hay ninguna paz laboral y que los trabajadores no están dispuestos a aceptar los chantajes del Estado y postergar la protesta laboral.
Froilán Barrios