Todavía resuenan sus palabras el día de su elección cuando afirmaba que se cambiaría el nombre si no lograba que no hubiera un solo niño de la calle en Venezuela, o su promesa de reducir los Ministerios y la burocracia, y llevar en 5 años el déficit habitacional a la mitad. La realidad ha sido totalmente al contrario
Hace pocos días tuvimos el evento “Maratón de Promesas Incumplidas” en el cual presentamos por más de 12 horas y media un compendio de los cuentos, mentiras y engaños que han caracterizado al Presidente en estos largos 14 años de “show mediático” permanente. Por supuesto que 12 horas y media apenas dio para mencionar sólo las más impactantes, ya que entre las cadenas y los programas “Aló Presidente” van más de 3.500 horas de cuentos y promesas incumplidas. Si eso lo llevamos a horas laborales equivalen a casi 2 años continuos de pura “cháchara”. El Presidente dejo una deuda inmensa de promesas incumplidas.
Basta recordar 1998, cuando todavía no había sido electo, insistiendo en una entrevista que él no era socialista, que Cuba era una dictadura, que trabajaría de la mano del sector privado sin estatizar absolutamente nada y respetaría los medios de comunicación. Todavía resuenan sus palabras el día de su elección cuando afirmaba que se cambiaría el nombre si no lograba que no hubiera un solo niño de la calle en Venezuela, o su promesa de reducir los Ministerios y la burocracia, y llevar en 5 años el déficit habitacional a la mitad. La realidad ha sido totalmente al contrario, desde el “Patria Socialismo o Muerte”, su “Padre Fidel”, el “exprópiese” como una de sus palabras favoritas, el cierre de canales de televisión y emisoras de radio, mientras el sector publico se ha duplicado y el déficit habitacional también.
Sin contar la lista de obras ofrecidas que se repiten una y otra vez, peor aún en época electoral. Desde el segundo puente sobre el lago con una parte que sería por debajo del agua, autopistas y carreteras como la del Junquito o Carayaca, sistemas ferroviarios por todo el país y metros en la principales ciudades, ampliación del Metro de Caracas y la extensión a Guarenas/Guatire y los Altos Mirandinos que nunca terminan. Ni hablar del BusCaracas o los Ferrys desde La Guaira hasta Margarita. Tampoco se supo más nada de la Universidad en Miraflores, el parque en La Carlota, la limpieza del Guaire, entre otros.
Pero lo más lamentable ha sido las promesas incumplidas en temas clave como la seguridad y el empleo con decenas de planes anunciados que no terminan en absolutamente nada, o el total engaño cuando promete que bajará la inflación, o que ya se acabó la crisis eléctrica, o el abandono total de las Misiones que sólo se acuerdan de ellas cuando viene una elección.
Por eso, el 7 de octubre vamos todos a desmontar las mentiras de un Presidente que no merece ser reelecto, porque su Gobierno no ha sido otra cosa sino puro cuento, y abramos la puerta del futuro y el progreso con Henrique Capriles Radonski. Hay un camino!!!
Julio Borges