El anaquense Avisail García es altamente cotizado en la organización de los Tigres, y hasta es comparado con Miguel Cabrera
¿Quién podía imaginar que los Tigres de Detroit, con su artillería ofensiva, liderado por Miguel Cabrera y Prince Fielder, iban a requerir de la ayuda de un novato para activar su producción en la recta final de la temporada, cuando están peleando por avanzar a la postemporada?
Obviamente, Avisail García no.
El joven jardinero venezolano fue el refuerzo, el conejo en el fondo del sombrero que sacaron los Tigres para buscar reactivar su ofensiva, que casi sin explicación se ha venido a menos en el último mes.
Pero ¿qué es lo que tiene este pelotero de tan solo 21 años de edad que hizo que lo ascendieran en esta instancia de la campaña?
«Es un joven con todas las herramientas. Puede batear, correr y fildear bien. Creo que será un gran pelotero», dijo Jim Leyland, manager de los Tigres.
García, quien era considerado uno de los mejores prospectos de la organización de Detroit antes de iniciar de la campaña, no necesitó jugar en Triple A para demostrar sus condiciones y exhibir lo que le puede aportar a los Tigres en esta parte final de la campaña. Solo le bastó con registrar une buena actuación en la sucursal Doble A, done acumuló promedio al bate de .312, con nueve dobles, tres triples y seis cuadrangulares, además de anotar 31 carreras e impulsar 26, en 55 juegos.
La confianza otorgada por la directiva del equipo bengalí al venezolano ha generado en él un gran entusiasmo y sentimiento de responsabilidad para contribuir.
«Es bien importante para mí, porque sé que tienen confianza en mí y saben que puedo hacer las cosas bien, por eso tengo que tratar de hacer las cosas bien y jugar duro que es lo más importante», dijo García.
En ocho juegos, cuatro de ellos actuando como titular, el guardabosque de los Tigres ha aportado lo que de él se espera, registrando cinco hits en 15 turnos para un promedio de .357. También ha impulsado una carrera y ha anotado otra.
El proceso de adaptación a Grandes Ligas no ha sido para nada traumático para García, quien ha encajado en el grupo como uno más, en parte porque ya había estado en él en los pasados dos entrenamientos primaverales. De igual forma su cercana relación con Miguel Cabrera también ha ayudado.
«Somos muy apegados, tanto como cuando estamos en el juego o después del juego, en el hotel, en todos los sitios nos la llevamos bien. Él es bien pegado conmigo y yo soy bien pegado con él», dijo el novel pelotero de los Tigres en relación de Cabrera, quien es su ídolo y ha fungido como su guía en Grandes Ligas.
«Me ha dicho las cosas, me ha aconsejado para que no me equivoque y trate de hacer las cosas correctas y no pasar por cosas malas», expresó.
Las comparaciones siempre son odiosas y en oportunidades exageradas, pero a García se la ha estado comparando con Cabrera desde que arribó al equipo, en parte porque físicamente tienen similitudes, ambos pesan 110 kilogramos y ambos miden 1.95 metros (estos registros según la guía de medio de Detroit).
A García no le molestan esos cotejos con su compatriota, aún cuando sabe que hay un inmenso mar de experiencia, logros y resultados que los separa.
«Desde que tengo diez años me decían lo mismo, y yo decía que no me parecía en nada a él, pero ya me lo estoy creyendo, porque todo el mundo dice lo mismo, que me parezco a Miguel», soltó el novato de Detroit.
Para reforzar la similitud de ambos y aumentar los comentarios y las comparaciones, Cabrera ha surtido a García con una serie de implementos suyos, como zapatos y bates.
«Él me los da para usarlos y para sentirme más cómodo. Él me los regala», dijo García.
El venezolano, como todo pelotero, anhelaba llegar a Grandes Ligas lo más pronto posible, pero el haberlo hecho este año y en el momento por el que atraviesan los Tigres lo sorprendió.
«No me imaginaba que iba a llegar tan rápido, era lo que yo quería, pero no me lo imaginaba. Lo que quería y lo pensaba, pero sabía que tenía que trabajar bastante para estar en el equipo grande, pero le doy gracias a Dios que me dio la habilidad y la salud para estar aquí», expresó el guardabosque, quien asegura no haber tenido ningún tipo de complicaciones para adaptarse a este nivel, en el que «uno lo tiene todo, más comodidad y facilidad para obtener las cosas». espndeportes.com