Se estima que faltan tres videos más escandalosos y desproporcionados que el de Juan Carlos Caldera, así como los pronunciamientos de otras personalidades del entorno opositor, que hasta ahora, venían guardando lealtad a Capriles. Ya esto está montado
Los recientes acontecimientos, con los cuales se entra en la fase final de la campaña electoral, forman parte de la estrategia del denominado “punto de quiebre”, que bajo el nombre de “Operación Caballo de Troya”, el Gobierno ha golpeado duramente a las filas de la oposición.
Se comenta, que en principio unos cinco millones de dólares, se destinaron a la primera fase de dicha operación para poderla activar, de manera que resultara creíble ante la opinión pública. Es así como se dan los casos de personalidades Didalco Bolívar, David De Lima, William Ojeda; al igual que el de los grupos políticos como Piedra, Cambio, Unidad Democrática y Manos. La guinda del helado la puso el video del dirigente de Primero Justicia, Juan Carlos Caldera.
Todos esos episodios siempre formaron parte de lo que altos voceros del Gobierno, así como los analistas oficialistas denominaron el “efecto cascada”. Claro está, sabían lo que ya se había montado, una estrategia casi perfecta, para desmoralizar a la oposición y enganchar a los indecisos, a los que ya Capriles había logrado convencer con el voto por el cambio, y restarle así el apoyo que había pescado en un segmento tradicionalmente abstencionista.
Ahora bien, la operación “Caballo de Troya” no ha concluido aun, se estima que faltan tres videos más escandalosos y desproporcionados, así como los pronunciamientos de otras personalidades del entorno opositor, que hasta ahora, venían guardando lealtad a Capriles. Ya esto está montado.
Montado en la olla
En esta misma columna advertí de las visitas “amistosas” que venían haciéndoles los cuerpos de seguridad, a empresarios que fueron rastreados haciéndole aportes a la campaña de Capriles, y a quienes les solicitaron de forma “muy amable”, que no lo continuaran haciendo. Pero la cosa fue mas allá, en el sentido de solicitar “colaboración”, en casos muy específicos en que los aportes a la campaña no se estaban a asentando en los libros del CNE. Así montan en la olla al joven Caldera.
¿”Olvido” opositor?
La mala memoria nos lleva a que “La Cosa Política” siempre ha sido igual en diferentes épocas, especialmente la electoral… ¿o es que ya se olvidó el escándalo de las contribuciones extranjeras a Hugo Chávez, durante su primera campaña electoral y después de ser Presidente, en 1998-199? Ese dinero fue entregado por el BBVA a la empresa Concertina NV, cobrado por Luis Miquilena, representante de Hugo Chávez. La oposición también es olvidadiza, para lo que le conviene…
Cualquier cosa puede pasar
El Gobierno ha sabido golpear, lo ha hecho de manera acertada y repetida, sin tregua, porque sabe que los números no le dan para ganar holgadamente y que cualquier cosa puede ocurrir el 7-O por dos factores que los asesores de Chávez no han sabido descifrar: una es la espiral del silencio y la otra el voto situacional. Ambos son de gran importancia para el Gobierno, porque ahí se encuentran ocultos los votos del sector público y de los estratos C-D-E, de la población, que hasta hace poco, conformaban el voto duro del chavismo, que no le han visto “el queso a la tostada”.
Falso positivo “rojito”
La otra pregunta en el ambiente político está, en quien penetró primero a quién: ¿el Gobierno o la oposición con la “Operación Caballo de Troya”? En política se cumple el axioma que “el que pega primero pega dos veces”. Es así como esta operación se destapa desde Costa Rica, con las declaraciones del ex magistrado Eladio Aponte Aponte; ese fue el primer indicio de lo que es “Caballo de Troya”, pero la oposición bajó la guardia en el momento en que estaba en el cenit la misma y el Gobierno, inteligentemente, utilizó un “falso positivo” como fue el caso Walid Makled y controló la situación.
Este ejemplo muy concreto sirve para demostrar la existencia de dicha operación, cómo se implementó y que ambas partes la estaban poniendo en marcha en paralelo, sin saber ninguno de los dos, que habían sido penetrados. Lo demás son leyendas urbanas.
Vienen nuevos
acontecimientos
La suerte está echada, vienen nuevos acontecimientos, los del remate de campaña, que a nadie le deberán extrañar. El que tenga ojos que vea y oídos que oiga. Esta semana será decisiva. Allanarán la inmunidad parlamentaria al diputado Caldera y la Fiscalía abrirá una investigación al Comando de campaña de Capriles.
Los venezolanos nos preguntamos, basados en el juego de la doble moral: ¿por qué no se actuó así con el caso de Danilo Anderson, o lo ocurrido con la Embajada venezolana en Kenya, las nóminas paralelas de Juan Barreto en la Alcaldía Mayor, Pdval, Plan Bolívar 2000, el Central Azucarero Ezequiel Zamora, Las Petrocasas, el escándalo del Maletín, y muchos mas, que siguen formando parte de la descomposición política y social de nuestra sociedad y gozando de impunidad?
Si vamos a hablar de pantano, tanto oposición como Gobierno comparten el mismo charco…
Emociones electorales
¿Quién puede negar o afirmar que Juan Carlos Caldera haya sido utilizado dentro de la operación “Caballo de Troya”, con un propósito muy específico? La presente campaña electoral ha girado en torno a las emociones. En su arranque, una estrategia de inteligencia cubana, basada en magnificar la enfermedad del presidente Chávez, para rescatar su credibilidad y popularidad. Esa fue la matriz de opinión que giró en torno al proceso electoral, para crear sentimientos de angustia, tristeza e incluso de lástima, estrategia que logró su objetivo posesionando a Chávez en el corazón de un amplio sector de la población, sin entrar en consideraciones de otra índole sobre la salud del Jefe de Estado.
También en torno a Capriles se ha motivado la emocionalidad de otro gran sector de la población, debido a su estrategia de recorrer el país y aplicar la casa por casa. Un candidato real de carne y hueso, “el flaco” contra un candidato virtual, que hace largas cadenas de TV y que comete el error de victimizar a su contendor, insultándolo, al llamarlo “Majunche”, “Jalabolas” etc., e insultar su raíces, lo que ha traído como consecuencia, sesgados ataques de antisemitismo, contra la comunidad judía en Venezuela que jamás existieron en nuestro país. Como se aprecia, la emocionalidad de lado y lado han sido un factor constante en esta campaña.
A CALZÓN QUITAO
Wilmer Suárez
Twitter: @acalzonquitao54