Los extremos se tocan y no hay nada más parecido que dos radicales confrontados por ideología política, sin darse cuenta repiten los mismos errores, caen en lo que critican y actúan en forma de espejo produciendo un paulatino desencanto de quienes tienen el poder: los ciudadanos
Es posible abordar temas políticos sin entrar en la polarización y a menos de un mes del 7-O los venezolanos estaremos nuevamente ante la posibilidad de votar.
Sufragar es un derecho humano que permite afianzar la democracia y quizá no entendemos aún la importancia y trascendencia de ello porque hemos tenido, muchos de nosotros, la posibilidad de participar en numerosos procesos electorales, más aún en los últimos años. Pero esto va más allá de apostar a una tendencia política u otra, sino del ejercicio consciente del valor que tiene que un ciudadano emita su opinión para elegir a quien en nuestro nombre conducirá el destino de un gran y valioso país que se ha visto golpeado por una dura y desgarradora polarización política.
Los extremos se tocan
La democracia permite disentir, opinar, votar, pero exige respetar, tolerar y analizar con delicadeza cada una de las situaciones políticas que se muestran ante nuestros ojos. El ejercicio pleno del derecho humano a votar sólo será válido en la medida que cada uno vote por convicción y no por la imposición de una determinada tendencia.
Los extremos se tocan y no hay nada más parecido que dos radicales confrontados por ideología política, sin darse cuenta repiten los mismos errores, caen en lo que critican y actúan en forma de espejo produciendo un paulatino desencanto de quienes tienen el poder: los ciudadanos. La invasión de la propaganda electoral es increíble. Sin duda, la búsqueda del poder requiere tiempo, dinero y persistencia, amén de en ocasiones ir acompañado de un buen toque de maldad y engaño, por aquello de que en política todo se vale. Unos y otros se imponen como obligación movilizar un número de electores amigos, en pocas palabras empuje usted a otro para que ejerza su derecho humano, pero no se invita a votar, se invita a votar por una determinada opción.
Tiempos de decadencia
Hace unos días casi en la puerta de mi casa había dos barras enfrentadas que aprovechaban sus tendencias para, parlante en mano, insultarse, ofenderse e invitar a la confrontación sin contenido de ideas, menos aún de propuestas. Me niego a aceptar que tengamos que votar sin analizar, que votemos sólo por el apoyo ciego de una tendencia o la otra, a las que al parecer se les acepta todo.
El lenguaje vulgar, los insultos, el sarcasmo, los calificativos soeces son vivo ejemplo de tiempos de decadencia imputable a ambas tendencias.
No creo que los venezolanos podamos centrar nuestro futuro en analizar quien es más o menos jaleti, cuando nos ocupan cientos de problemas que requieren atención, concentración, compromiso y sobre todo tiempo. Por cada minuto que desperdiciamos en destruir a otro, por cada 140 caracteres en Twitter que usemos para hablar mal, estamos perdiendo tiempo para construir patria. Cada quien tiene derecho a pensar distinto, pero eso pasa por el necesario respeto de la tendencia política del otro. Todos hemos pasado por momentos de la alienante polarización, pero creo que los hechos nos llevan a analizar con cuidado para escapar de aquello que tantos nos perjudica. Entender que hay cosas positivas en ambos es importante. Asumir que ambos tienen cosas negativas es vital. Ninguno de los dos polos son perfectos. Ninguno tiene la verdad absoluta. Ninguno tiene las opciones mágicas para avanzar. Cada uno debe asumir con dignidad el compromiso de lo que tienen en sus manos que no es poca cosa, pues en ambos escenarios habrá un 8 de octubre que va a requerir de coherencia, de gran responsabilidad y de un mensaje que acabe con el desgaste permanente de basar nuestra democracia sólo en hombres y no en ideas.
Ciudadanos conscientes
Yo estoy convencida que existe un país del medio independientemente de cual sea nuestra tendencia predilecta. Ese país del medio es el de la vida, la paz, la seguridad, el empleo, la salud, la educación. Sólo con ciudadanos conscientes de su poder político podremos lograr una democracia madura, y ese proceso comienza por hacer una elección valorada no entubada. Muchas veces me pregunto que sienten aquellos que confrontan como animales discutiendo por una presa. Golpes, agresiones verbales, groserías son propias de estos tiempos. Las noticias se centran en cuan malo es el otro y no en que se propone para que todos avancemos.
Cada vez que se publica una estadística hay una lluvia de agresiones, dependiendo de a quien se apoye. Resulta agotadora la invasión de la privacidad, no hay espacio en donde no nos llegue un mensaje político, pero carente de ideas. Vote usted por, pero las razones, las propuestas, las ofertas sinceras de índole político no se materializan.
Hay un país del
medio sin conquistar
Las discusiones infértiles sobre quien canta el jingle de una campaña, o cuántas veces sale el uno o el otro barren con los principios de la comunicación política relevante que responde a estrategias y objetivos.
Con los conocimientos adquiridos me he dedicado a observar el contenido y el mensaje y sobre este tema hay mucho que decir, pero sobre todo mucho que desear. Tengo maravillosos amigos de tendencia oficialista y otros de tendencia opositora, cada uno tiene su visión y sus objetivos, pero en el fondo ambos quieren lo mismo sin darse cuenta. Cuando hay analistas que hablan de los “ni-ni” y de las encuestas se deduce un alto porcentaje de indecisos, el mensaje está claro, hay un país del medio sin conquistar por responsabilidad absoluta de los extremos, paradógicamente son poderosos con su voto y se trata de traerlos a favor de una y otra tendencia pero con un falso enamoramiento que culmina siendo decepcionante. La falta de sinceridad invita a la abstención. No se trata de una invitación a votar el 7-O, se trata de un exhorto fuerte, enérgico, contundente a ejercer la ciudadanía con la plenitud de consciencia que nos haga responsables de nuestro futuro, porque el país no es de uno o del otro, es de los VENEZOLANOS.
TIPS PARA QUE TE DEFIENDAS
1.-El ejercicio del derecho al voto debes acompañarlo de un proceso silencioso de análisis de las ofertas que se te presentan. Suena infantil pero una lista de positivos y negativos entre ambas opciones te hará observar bien cuál será tu decisión.
2.-La objetividad es imprescindible para un ejercicio transparente de la ciudadanía. Observa tus gobiernos regionales y municipales. Analiza al gobierno nacional. Debemos tener la capacidad de reconocer cosas buenas en todos los niveles, no por eso dejas de ser de una determinada tendencia.
3.-Genera debate y discusión sana con alguien que piense distinto a ti. No te reúnas siempre con tus iguales, con los que sabes no entrarás en confrontación. Más bien sentarte con los diferentes permite generar más ideas, más convicción y al final te permitirá saber si estás en la posición adecuada.
4.- Exige acceso a la presentación del plan de gobierno, es un requisito obligatorio para la inscripción en el CNE. Revisa planes y propuestas anteriores. Observa por ti mismo lo que tienes y lo que requieres y confróntalo con las ofertas. Allí está la clave de la decisión.
5.-El derecho humano que no se ejerce se extingue. Abstenerse es un absoluto acto de inconsciencia que te hará responsable de lo que suceda en nuestro destino como país. Piensa que si dejas de votar es exactamente lo mismo que si permitieras que te quiten tu vida por no querer vivirla.
Para que te defiendas
Mónica Fernández
Twitter: @monifernandez