El problema es que ya la gente está cansada, el candidato del gobierno ya no llena los espacios en los actos de promesas que hace cada vez que puede, eso sucede cuando no se cumple
En época de campaña electoral y sobretodo presidencial, todo santo es bueno y hace milagros. Esa es justamente la premisa que los funcionarios bajo el mando del candidato oficialista, utilizan a diario para intentar “tapar” las innumerables fallas con promesas o fases renovadas de ellas, diciendo aquí y allá, que ahora si van a satisfacer las necesidades de sus gobernados.
Sin embargo, la falta de seriedad y compromiso de un gobierno como este que ya va de salida, radica básicamente en intentar dividir a los venezolanos entre un grupo de “gobernados” identificados con el proceso y otros que lo adversan y que por lo tanto nada bueno tienen que decir ni menos aportar a las soluciones de este maltratado país, que según ellos está siempre normal.
La nobleza del pueblo venezolano ha sido desafiada varias veces con el tono amenazante, egoísta y violento de muchos voceros del gobierno. Pero no solo se ha quedado en discursos, recordemos que hay personas privadas de libertad injustamente, desempleadas, o aquellas que se fueron a otro país desesperadas; eso, sin dejar a un lado lo que más nos duele, un número desconocido de los que ya no están, los caídos del régimen de la impunidad del presidente saliente.
Sin embargo, tenemos una noticia positiva, y es que tanta división al final nos ha hecho a todos más iguales, nos parecemos más, nos angustia lo mismo, y eso ocurre porque los problemas nos alcanzan a todos, estemos con el “proceso” o no.
Porque el problema es que ya la gente está cansada, el candidato del gobierno ya no llena los espacios en los actos de promesas que hace cada vez que puede, eso sucede cuando no se cumple. Es normal que nuestro pueblo se sienta defraudado, porque para muchos haber sobrevivido a este país desgobernado no estaba en sus planes de vida, sobretodo para los que cayeron en manos del hampa, para los que perdieron a un familiar, para los que no tienen un empleo digno, para los estudiantes que se gradúan y no tienen donde ejercer su carrera.
Si de milagros se trata, para quienes creen en la fuerza divina bajo cualquier nombre, sabemos que estos ocurren cuando actuamos, cuando dejamos a un lado la desesperanza y salimos a caminar bajo la sombra sin dejar de ver el sol, y ese es el camino que muchos estamos ya sintiendo que comienza el próximo 7 de octubre.
Según parece, a muy pocos días de las elecciones presidenciales, ya ni con el verbo más encendido, ni con insultos, ni con talanqueras hay suficientes argumentos para convencer que en otros 6 años van a solucionar los problemas de los soberanos. El milagro comenzó, lo vemos en los rostros de los pueblos que visita Henrique Capriles.
*Coordinador nacional de Independientes por el Progreso
Noel Álvarez*
Twitter: @alvareznv