Así lo han explicado diferentes expertos participantes en la jornada ‘Nuevas perspectivas en el manejo de la sepsis’ organizada por laboratorios Ferrer en Madrid con motivo del Día Mundial de la enfermedad
MADRID. La mortalidad por sepsis, una enfermedad grave que se caracteriza por una respuesta inflamatoria sistémica del organismo ante una infección, ha disminuido en los últimos años pero, pese a todo, aún sigue causando unos 1.400 fallecimientos al día en todo el mundo, más que otras patologías como el infarto de miocardio o el ictus, e incluso que las causadas por los tumores mamarios, colorrectales, páncreas y próstata juntas.
Así lo han explicado diferentes expertos participantes en la jornada ‘Nuevas perspectivas en el manejo de la sepsis’ organizada por laboratorios Ferrer en Madrid con motivo del Día Mundial de la enfermedad que se celebró el pasado miércoles.
Pese a todo, en los últimos años se ha demostrado que un mejor conocimiento de su fisiopatología, la puesta en marcha de un conjunto de medidas encaminadas a una rápida detección y un inmediato tratamiento pueden disminuir la mortalidad.
Además, también se está trabajando en cómo modular la respuesta inflamatoria y limitar la acción dañina de los productos bacterianos sobre el sistema inmune.
En este sentido, han explicado que se han desarrollado dispositivos adsorbentes de endotoxina, dado que ésta es una de los principales desencadenantes de todo el fenómeno inflamatorio de la sepsis.
Sin embargo, una de las claves para la eficacia de estos dispositivos es su utilización precoz, cuando todavía sigue habiendo endotoxina circulante que va a mantener la amplificación de la respuesta inflamatoria uniéndose a sus receptores.
Así lo ha explicado el director general del área de Medicina Crítica de Toray Medical (Japón), Hisataka Shoji, quien ha resaltado que un adecuado diagnóstico de la patología y un inicio temprano del tratamiento son claves para seleccionar adecuadamente al paciente apropiado, que obtendrá el máximo beneficio del tratamiento.
Asimismo, «también se ha observado una mejoría en el funcionamiento de diversos órganos, lo que podría conducir a las mejoras en supervivencia de los pacientes que también se ha observado en algunos estudios», concluyó.