Por la gravedad de la denuncia la reproducimos tal y como llegó a nuestra mesa de redacción, esperado que le apliquen todo el peso de la ley a la empresa Rodovias, y las medidas pertinentes del caso, no permitiendo que esas unidades salgan a la calle sin una exhaustiva revisión.
“Un grupo de 35 personas, entre adultos y niños, quedaron abandonadas en medio de la nada, en un lugar ubicado en las poblaciones de Pariaguán (estado Anzoátegui) y Santa María de Ipire (estado Guárico) luego de que el bus en el que viajaban presentará fallas graves en la caja de trasmisión, lo cual los obligó a detenerse en un solitario y peligroso paraje. Los pasajeros salieron del terminal de la ciudad de El Tigre el domingo 26 de agosto a las 11:30 pm en la unidad 360 de la empresa Rodovías de Venezuela con destino la ciudad de Caracas, pero transcurridas dos horas sucedió el accidente. El desperfecto derivó en fallas eléctricas que afectaron la iluminación y el suministro de aire acondicionado. Sobrellevaron casi 14 horas sin alimentos, sin suficiente agua, sin poder descansar, durmiendo entre matorrales porque el calor dentro del bus era asfixiante, las escotillas estaban clausuradas y el baño sólo podía usarse para orinar.
Los pasajeros denunciaron que la unidad no tenía radio y para colmo de males en la zona del accidente sus equipos celulares no captaban señal de ninguna operadora telefónica. Fue a las 11 de la mañana del día lunes 27 de agosto cuando el celular de uno de los pasajeros recibió señal y entonces se pudieron comunicar con sus familiares, contar lo sucedido y pedir ayuda. Uno de los familiares cuenta que al llamar a las oficinas de Rodovías en Caracas, allí le dijeron que ellos ya había sido avisados del caso, por lo que se pregunta porque demoraron tantas horas en brindar una pronta acción.
Alguno de los conductores que transitó la vía dio aviso a la Guardia Nacional, ya que dos funcionarios se presentaron en el sitio a las 4 de la madrugada y se fueron a las 5 de la mañana, quedando nuevamente los pasajeros a la buena de Dios. A la 1 pm de ese día, ante la demora de una grúa que supuestamente envió la compañía, intentaron ser remolcados por una gandola pero el mal estado del sistema de transmisión no permitió mover el vehículo. Entonces se vieron forzados a pedir colas a extraños para enviar a los niños y adultos mayores hasta Santa María de Ipire porque estos quejaban por padecer sed y hambre.
El autobús que envió la empresa Rodovías llegó a Santa María a las 4 pm, pero por si fuera poco no hubo suficientes asientos para todos los extenuados pasajeros. Algunos tuvieron que viajar de pie o acostados en el piso del bus desde Santa María de Ipire hasta Caracas, ciudad a la que llegaron el martes 28 de agosto a las 7:30 de la mañana, es decir 32 horas después. El terminal de la mencionada empresa no hubo un solo representante que diera la cara para ofrecer disculpas, no hubo siquiera una botellita de agua.
Uno de los afectados decidió alertar a los venezolanos que usan los servicios de esta empresa, entregando volantes en su terminal sede, pero cuando los empleados se percataron del contenido de los panfletos, agredieron al ciudadano y le obligaron a retirarse de las instalaciones.
Pasajero: Luis Javier Jiménez García, Cédula de identidad: 12.662.246, Boleto de Pasaje N° 11336893, Serial: 6529758, Asiento: V25, Ruta: El Tigre-Caracas, Vía Los Llanos, Contacto: artibus@hotmail.com”
Salomón Benshimol
sbenshimol@yahoo.com