La Presidenta de Brasil ha dicho que el desafío de su país es erradicar la pobreza y, al mismo tiempo, producir ciencia y tecnología para agregar valor a la producción industrial brasileña
A comienzos de este mes de septiembre, el gobierno de Brasil firmó un acuerdo con Estados Unidos para que estudiantes brasileños becados completen su formación profesional en universidades norteamericanas en los próximos cuatro años.
Recordemos que el pasado mes de abril, la gira de la presidenta Dilma Rousseff abril a
Estados Unidos culminó con una visita al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y a la Universidad de Harvard. La gira tuvo como principal objetivo impulsar el programa «Ciencia sin Fronteras» que la primera mandataria lanzó el año pasado a través del Ministerio de Ciencia y Tecnología y el Ministerio de Educación. Dicho programa se propone otorgar 101 mil becas a estudiantes universitarios de ingeniería y ciencias exactas para cursar estudios de posgrado en el exterior. 75 mil serán financiadas por el gobierno y 26 mil por el sector privado.
Luego de cinco meses de aquella gira, el ministro brasileño de Educación, Aloizio Mercadante, materializa el primer acuerdo con los directores de 66 universidades estadounidenses y con el viceministro de Comercio de EEUU, Francisco Sánchez.
Como el principal obstáculo para los becarios es el dominio del idioma inglés, según el ministro Mercadante, el Gobierno realizará en breve un examen para evaluar el dominio del inglés de 150.000 estudiantes interesados en las becas. Ofrece, además, crear la estructura organizativa necesaria para impartir cursos de inglés a esos alumnos en las universidades públicas. Inicialmente, los cursos serán ofrecidos a 10.000 estudiantes.
El acuerdo con Estados Unidos también permitirá que estudiantes brasileños realicen pasantías en empresas de Estados Unidos con operaciones en Brasil.
La presidenta Dilma Rousseff ha dicho que el desafío de Brasil es erradicar la pobreza y, al mismo tiempo, producir ciencia y tecnología para agregar valor a la producción industrial brasileña. Para alcanzar ese objetivo, Rousseff ha sido la promotora de la alianza de largo plazo con EEUU en los campos educacional y científico (1).
Como es obvio, la visión de futuro de Rousseff no tiene nada que ver con la que el presidente Chávez adelanta en Venezuela. Este mandatario, anclado en el pasado y siguiendo los pasos de Cuba, plantea el socialismo para el porvenir del país. Afirma que con dicho sistema salvará a la humanidad, enterrando al imperio norteamericano. Olvida que la experiencia histórica de la Unión Soviética y de otros países demostró que el socialismo inexorablemente conduce a la edad de piedra, pues sus características fueron: escasez, miseria y esclavitud.
Baldomero Vásquez Soto