La recta final de la campaña electoral venezolana tiene dos ritmos, dos cadencias, dos “tumbaos”
Gobernador Capriles
apoya al candidato Capriles
Por un lado, un candidato joven, delgado, enérgico, recorre el país como si tuviera alas en los pies, visitando dos o tres estados por jornada y haciendo hasta 10 actos públicos en un dia. Nada de estos ha sido fácil, pero es honesto reconocer que el candidato Capriles ha tenido un poderoso aliado: El Gobernador Capriles. En efecto, todo lo que el candidato Capriles ha logrado ha sido posible porque tiene como aval de sus promesas una gestión de gobierno que ha conseguido logros a pesar de no haber tenido recursos. La gente no es lo que dice que es, sino lo que hace. Y Capriles (como gobernador, como alcalde, como diputado, como ciudadano) ha hecho mucho por este país. Mucho y bien.
El presidente Chávez
sabotea al candidato Chávez
La situación es muy distinta, en todo sentido, para el candidato del gobierno. Lento por el sedentarismo, hinchado por la enfermedad, recorre pesadamente los salones del Palacio donde esta en calidad de inquilino a punto de vencer el contrato. Suspende o pospone a última hora muchos eventos de campaña. En aquellos a los que logra asistir, lo que ve lo enfurece o deprime y entonces regaña , como en Anzoátegui o Carabobo, o se va abruptamente, como en Caruachi o Catia. Pero nada de lo que hoy le ocurre sucede por azar: El candidato Chávez es sistemáticamente saboteado, interceptado, interferido, choteado, por el Presidente Chávez. Cada vez que el candidato Chávez promete algo, resulta que ya el Presidente Chávez lo prometió antes, y no cumplió. Cada vez que el candidato Chávez ofrece algo, siempre hay alguien (muchas veces de su propio lado) que se pregunta porque hay que creerle ahora, si tiene 14 años en el poder sin hacerlo.
La recta final
del correcaminos
Es por eso que la recta final del candidato del cambio, el candidato joven, el candidato de lo nuevo, es fulgurante en su forma y densa en su contenido: Como torero en triunfo dando la vuelta al ruedo, Capriles da en los últimos 15 días de campaña una nueva vuelta completa al país. Pero no se reúne con esas multitudes que lo esperan en cada pueblo para insultar al adversario, sino para explicar lo que va a hacer en el país que -confía- ganará en pocos días: En Barlovento presenta su propuesta educativa, en La Paragua explica como visualiza el tema de la minería, en Puerto La Cruz expone como rescatar la Bahía de Pozuelos para el turismo. Optimismo, futuro, serenidad es lo que transmite quien le dice claro a los venezolanos que “su revolución consiste en dar a los venezolanos seguridad, empleo, vivienda y luz eléctrica”. Con ese guión avanza imparable la recta final del Corre-caminos…
El desastre “marca ACME”
en la recta final del coyote…
Hasta lástima daba el Coyote Willie, aquel que en la tira cómica trataba siempre de compensar la velocidad y el ingenio del Correcaminos colocando trampas, a cual mas estrambótica, que siempre terminaban perjudicando a quien las colocaba, mientras el Correcaminos seguía raudo en pos de su objetivo. Lo mismo ocurre ahora, en la desastrosa recta final de la campaña del candidato del continuismo: Si le pone a Capriles la trampa de un video en la que un colaborador aparece incurso en una aparente irregularidad, Capriles reacciona rápidamente condenando en forma clara la corrupción y desmarcándose claramente de todo el incidente. Ante esta reacción, la gente ve el compromiso claro de Capriles contra la corrupción y recuerda que Chávez jamás ha castigado a un corrupto, por el contrario los premia. Otra vez le estalla en la cara, pues, al patético Coyote, la trampa explosiva que el había destinado a frenar el avance del veloz Correcaminos. Con ese lamentable libreto va, de desastre en desastre, la recta final del Coyote…
Guerra sucia no
tiene “mocha”…
Desengáñese, Comandante: La Guerra Sucia no sube cerro, no tiene 4X4, no es capaz de llegar allí donde vive un pueblo que alguna vez lo quiso, que alguna vez lo vio como alguien distinto, como una esperanza, pero que tiene largos años siendo testigo y víctima de una traición muy cruel. En el barrio el caso Caldera no es tema, pero la inseguridad si lo es; el cuento del neoliberalismo no asusta a nadie, pero el desempleo si; el salto de talanqueras preocupa mucho menos que los saltos que diariamente hay que dar por encima de los huecos y de la basura en las calles sucias, destrozadas y sin alumbrado público. La agenda estereotipada de los laboratorios cubano-brasileños no ha sido capaz de opacar o sustituir a la agenda real, la agenda de la gente. Y con esa agenda de la gente ha establecido una mejor conexión el Correcaminos Capriles por una razón muy sencilla: hasta para aquellos que alguna vez votaron por Chávez, el candidato del cambio Henrique Capriles merece por lo menos el beneficio de la duda. En cambio, con el Coyote ya se sabe lo que ocurre: Será humilde, buena gente, simpático y “socialmente sensible” mientras este en campaña. Pero en el supuesto negado de que gane, volverá a ser inaccesible, autoritario, déspota e ideológicamente fundamentalista.
Pero a las desventuras “marca ACME” le quedan solo 15 días. En cambio, para construir una Venezuela justa, y productiva, con empleo, seguridad, y vivienda para todos, nos queda todo el futuro, ese que –ahora si- esta allí, a la vuelta de la esquina.
Radar de los Barrios
Jesús Chuo Torrealba
Twitter: @radaremergencia