La aparición de diferentes medios de comunicación para llegar a las personas de todas las edades y en todas partes del mundo, ha favorecido la proliferación de falsas doctrinas en torno a Dios.
Sin embargo, las Santas Escrituras alertan sobre estas situaciones cuando leemos en el libro de Colosenses, capítulo 2 versículo 8: “cuídense de que nadie los cautive con la vana y engañosa filosofía que sigue tradiciones humanas, la que va de acuerdo con los principios de este mundo y no conforme a Cristo”.
Los niños y jóvenes son muy vulnerables a las modas y novedades que aparecen cada cierto tiempo, en todos los aspectos de la vida y a través de esas tendencias se cuelan muchas ideas que van en contra de la Palabra de Dios y aunque los adultos no estamos exentos de ser atraídos hacia las falsas doctrinas, ellos son más propicios a ser víctimas de quienes quieren imponerlas.
“No se dejen llevar por ninguna clase de enseñanzas extrañas”, leemos en el libro de Hebreos capítulo 13 versículo 9 y así debemos repetírselo a nuestros hijos y a nosotros mismos, cuando se presentan esas situaciones.
Las falsas doctrinas viene revestidas de grandes y engañosas promesas que deslumbran y hasta convencen a quienes se dejan guiar por ellas, sin pensar en que al final no tendrán nada y perderán lo más valioso: su alma.
Para estar protegidos y seguros de que no seremos engañados por esas falsas doctrinas, debemos pedir ayuda a Dios, sólo él puede poner en nuestro corazón la certeza de que el camino que hemos escogido para ser salvo y gozar de la vida eterna, es el correcto.
El cristianismo no es una religión sino un estilo de vida con Jesucristo como Nuestro Señor y Salvador.
Dios te bendiga y te guarde. Hasta el próximo encuentro con La Palabra de Dios
La Palabra de Dios
Lic. Beatriz Martínez (CNP 988)
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