El piloto alemán Sebastian Vettel (Red Bull) ha asegurado tras conseguir la victoria en el Gran Premio de Singapur este domingo que ha sido una de las «más difíciles» que ha visto, ya que «no hay espacio para cometer errores» y ha conseguido «una buena salida» y mantener «un buen ritmo» por lo que está «feliz y orgulloso».
El piloto alemán Sebastian Vettel (Red Bull) ha asegurado tras conseguir la victoria en el Gran Premio de Singapur este domingo que ha sido una de las «más difíciles» que ha visto, ya que «no hay espacio para cometer errores» y ha conseguido «una buena salida» y mantener «un buen ritmo» por lo que está «feliz y orgulloso».
«Creo que ha sido una de las carreras más difíciles que he visto. Es muy larga, hemos estado dos horas enteras, este circuito es complicadísimo, no hay espacio para cometer errores. Obviamente, nos hemos beneficiado un poco de ese abandono de Lewis -Hamilton-; he visto que perdía aceite dos vueltas antes. Creo que hemos tenido un buen ritmo todo el fin de semana, una buena salida que nos ha hecho ascender a la segunda plaza y he empezado muy bien. Estoy feliz y orgulloso porque es una carrera difícil de ganar», declaró.
«Es una temporada increíble para todos poder llegar al fin de semana no sabiendo nunca lo que va a pasar en la carrera. Es divertido para nosotros y para los de casa. Quedan todavía muchas carreras y el coche parece que está siendo muy competitivo. Tenemos que aprovechar ese impulso y seguir tirando en las siguientes carreras para asegurarnos quedar por delante de los demás», añadió.
Vettel no quiso pasar la oportunidad de dedicar su victoria al brtánico Eric Sidney Watkins, médico de la Fórmula 1, fallecido el pasado 13 de septiembre y una institución en materia de seguridad para los pilotos. «Quería dedicársela a un hombre muy especial: Sid Watkins. Se le recordará para siempre, seguro. Es una de las mayores razones por las que salimos a circuitos como éste y nos lo pasamos bien con una seguridad más que razonable. Él llevó todo esto más allá los límites», declaró.
El famoso neurocirujano fue una garantía de seguridad para los pilotos de la parilla y en sus manos se puso la vida de pilotos accidentados como el brasileño Rubens Barrichelo o el finlandés Mika Häkkinen. Sin embargo, no pudo hacer nada por salvar la vida del legendario brasileño Ayrton Senna en el trágico accidente del 1 de mayo de 1994 en el circuito de Monza (San Marino).