Aviones militares sirios bombardearon este lunes dos inmuebles en la norteña ciudad de Alepo, donde mataron al menos a cinco personas, incluidos tres niños de una misma familia, dijeron activistas. La cifra de muertos podría aumentar, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, pues se teme que más personas estén enterradas bajo los escombros de las dos construcciones destruidas.
El activista Mohammed Said, residente en Alepo, dijo que la incursión ocurrió antes del amanecer. Añadió que el objetivo detrás de esos ataques en zonas residenciales es «aterrorizar a la gente y tratar de ponerla en contra del rebelde Ejército Libre de Siria».
La batalla por Alepo, una ciudad de tres millones de habitantes que alguna vez fue un bastión de apoyo al presidente Bashar Assad, comenzó a finales de julio y es fundamental tanto para el régimen como para la oposición. Si cae a la oposición, sería una gran victoria estratégica en la guerra civil que daría a los combatientes un bastión en el norte, cerca de la frontera con Turquía. Una derrota rebelde le daría a Assad más tiempo.
Los activistas dicen que cerca de 30.000 personas han muerto en la insurrección contra el gobierno de Assad, que comenzó hace 18 meses inspirada en las revueltas a lo largo del mundo árabe contra gobernantes autoritarios. AP