Los instrumentos del brazo robótico del rover -espectrómetro y cámaras- han analizado una extraña piedra con forma de pirámide para conocer su composición química. El rover Curiosity de la NASA, que llegó a Marte el pasado 6 de agosto, ha examinado una roca marciana con su brazo robótico por primera vez. Se trata del pedrusco llamado «»Jake Matijevic», de forma piramidal y más o menos del tamaño de un balón de rugby. El objetivo es evaluar qué elementos químicos lo componen.
Después de un corto trayecto el día anterior para llegar al lugar de la roca, el Curiosity puso un instrumento, el espectrómetro de rayos X por radiación alfa(APXS) en contacto con la roca durante el día marciano 46 o sol (como se llama a los días en Marte). El APXS está en una torreta en el extremo del brazo del rover, de 2,1 metros. También montada en el brazo se encuentra la fantástica cámara Mars Hand Lens Imager (MAHLI), capaz de obtener imágenes microscópicas en color verdadero, y que ha sido empleada para inspeccionar de cerca la roca.
El instrumento ChemCam, que dispara pulsos de láser desde la parte superior del mástil del Curiosity, también ha evaluado qué elementos químicos están en la «Jake Matijevic». Utilizando a un tiempo la ChemCam y el espectrómetro, los científicos han conseguido una calibración cruzada de los dos instrumentos.
Una pequeña pirámide
La «Jake Matijevic» recibe ese nombre en recuerdo de Jacob Matijevic, un veterano ingeniero jefe de la misión que falleció el 20 de agosto, pocos días después de que el Curiosity aterrizara en el Planeta rojo. A la NASA le llamó la atención por su forma inusual. De 25 cm de altura por 40 cm de anchura en su base, parece una pequeña pirámide. El pasado lunes, el Curiosity dio por terminado su trabajo con la roca y partió el mismo día para realizar un trayecto de 42 metros, el más largo que haya realizado hasta el momento.
El Curiosity aterrizó en el cráter Gale de Marte hace siete semanas para comenzar una misión de dos años con diez instrumentos para evaluar si el área de estudio elegida cuidadosamente ofreció alguna vez condiciones ambientales favorables para la vida microbiana.
Agencias