Durante el mes de septiembre y hasta la mañana de ayer, 380 cadáveres fueron ingresados a la morgue de Bello Monte en Caracas. Entre los hechos de homicidio de este lunes, se registró la muerte de Joel Vicente Rodríguez Sambrano, de 22 años de edad, cuando delincuentes le dispararon para robarle una moto en el municipio Baruta.
El callejón La Cayena, del sector La Cruz, barrio La Palomera de Baruta, fue el escenario del asesinato. Cuatro hombres armados sorprendieron a Joel Rodríguez cuando conversaba con unos amigos en el callejón. Llegaba de su empleo a eso de las 9:30 de la noche del lunes, guardó su moto y se quedó en la calle.
Los delincuentes portaban armas cortas, una pistola calibre 9 milímetros y una Mágnum 357. Apuntaron al grupo de amigos para robarles sus pertenencias. A Rodríguez le pidieron la moto, pero cuando éste les ofreció las llaves, lo obligaron a llevarlos al sitio donde la había dejado al resguardo.
En el sitio, los sujetos encendieron la motocicleta Yamaha GT, modelo 115, negra, que el joven había comprado hace dos meses. Antes de huir, le efectuaron once disparos y escaparon.
El cadáver del joven quedó tendido en el callejón La Cayena, hasta la 1:00 de la madrugada, cuando fue levantado por comisiones del Cicpc para ser llevado a la morgue de Caracas, donde este martes se encontraba su padre, Vicente Rodríguez.
Rodríguez contó que su hijo laboraba en la construcción, recientemente en una obra junto al centro comercial Plaza Las Américas. Era padre de un niño de 4 años de edad y compró la moto para su uso personal. Los delincuentes además de la Yamaha, le quitaron todas sus pertenencias, incluso las llaves de su vivienda.
El hombre dijo que el asesinato de su hijo es parte de las consecuencias que ha dejado una delincuencia que “está acabando con todos. Esto no lo aguanta nadie”, comentó.
Dijo que en Venezuela se han perdido valores. “Hay falta de ética y por eso nos funcionan los planes en materia de seguridad. El presidente tiene que apretar más el tema de la seguridad, porque cualquier lugar representa un peligro. Si tuviéramos un módulo o patrullaje constante las cosas cambiarían”, agregó.
AA