El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, abogó hoy por el fin del «régimen de Bashar Al Assad», durante un discurso ante la 67° Asamblea General de Naciones Unidas en el que también abordó el plan nuclear iraní y los recientes ataques a embajadas estadounidenses.
«La libertad y la autodeterminación» no son exclusividad de una cultura, dijo el mandatario, quien criticó en duros términos la feroz represión desatada contra la rebelión siria, aunque no hizo alusión alguna a una eventual intervención militar, algo que es insistentemete reclamado por los rebeldes.
El mandatario destacó asimismo el apoyo de su país a las «fuerzas de cambio» desatadas en la llamada «primavera árabe», donde -según dijo- los estadounidenses «reconocimos nuestras propias creencias y aspiraciones» en Túnez, Libia y Egipto y Yemen, entre otros.
La intervención en Libia «con una coalición amplia y bajo el mandato del Consejo de Seguridad de la ONU» permitió detener la matanza de ciudadanos», insistió el demócrata en el discurso.
Luego fue enfático al advertir que su país, hará «lo que sea necesario» para evitar que Irán desarrolle un arma nuclear, y matizó que el tiempo para una solución diplomática «no es ilimitado».
Un Irán poseedor de armamento atómico «amenazaría con eliminar Israel, la seguridad de las naciones del Golfo y la estabilidad de la economía global», subrayó Obama, quien últimamente recibió frecuentes dardos en relación a su política exterior de su rival republicano para las elecciones de noviembre próximo, Mitt Romney.
Obama afirmó asimismo que acciones como la que causaron la muerte del embajador estadounidense en Libia, Chris Stevens, «constituyen un ataque contra los ideales mismos de la ONU», y llamó a los países miembro a luchar unidos contra los extremismos.
El mandatario aludió de este modo al ataque al consulado estadounidense en Bengazi, Libia, que causó la muerte del embajador y otros tres estadounidenses, en el marco de las protestas desencadenadas a raíz de la publicación en Internet de un film que parodia al profeta Mahoma y considerado «blasfemo».
Sin embargo, Obama sostuvo que «el odio expresado en estas protestas durante los últimos días no representa el espíritu de los musulmanes».
«Hay que marginar a quienes construyen su política en base al odio a Occidente», clamó el mandatario, tras precisar que el controvertido film, producido en Estados Unidos y llamado «La inocencia de los Musulmanes», «tampoco representa el sentir estadounidense sobre el Islam».
«Creo que la obligación de todos los líderes en todos los países, es hablar de modo contundente en contra de la violencia y el extremismo», agregó.
«Es hora de marginar a aquellos que, incluso cuando no hacen uso de la violencia, usan el odio hacia Estados Unidos, hacia Occidente o hacia Israel como el principio central de su política», continuó.
«Porque eso sólo les sirve para encubrirse y a veces para formular excusas a aquellos que hacen uso de la violencia», advirtió.
«Los ataques contra nuestros civiles en Bengazi fueron ataques contra Estados Unidos (…) y no debería caber duda alguna de que no descansaremos hasta que hallemos a los asesinos y los llevemos ante la justicia», concluyó.
Agencias