Los enfrentamientos entre manifestantes y la policía fueron constantes ayer en los alrededores del Congreso de los Diputados en Madrid, que dejaron al menos a 14 heridos y más de una veintena de detenidos. Las protestas que se escenifican en la capital española son para denunciar una democracia “secuestrada” y sujeta a “los mercados financieros”, ante el paquete de austeridad que implantará el gobierno de Mariano Rajoy.
MADRID. Manifestantes y policía se enfrentaron este martes por la tarde en Madrid durante una protesta en los alrededores del Congreso de los Diputados de Madrid, bajo fuerte vigilancia policial, a la que acudieron miles de personas.
Cientos de manifestantes permanecían este martes por la noche cerca del Congreso, después de que un tenso cara a cara con las fuerzas del orden motivara escenas de violencia y cargas de la policía.
Los agentes antidisturbios habían golpeado a los asistentes con porras y disparo balas de goma intentando dispersar a los miles de asistentes que denunciaban una democracia «secuestrada» y sujeta a «los mercados financieros».
Según un balance provisional, al menos 14 personas resultaron heridas, una de ellas «grave», según los servicios de urgencias, y otras 14 fueron detenidas, según un balance provisional de la policía.
«Estas son nuestras armas», coreaban los manifestantes, algunos de ellos sentados en el suelo, alzando las manos al cielo.
Varias organizaciones y movimientos de «indignados» habían convocado esta protesta a través de las redes sociales con el objetivo de rodear el Congreso, en el que los diputados se reunían en sesión plenaria y que desde la mañana de este martes estaba protegido por barreras metálicas y por cientos de policías antidisturbios.
La ayuda de hasta 100.000 millones de euros que la Eurozona puso a disposición de la banca española y la cura de austeridad para reducir el déficit público del país han llevado al Gobierno español a tomar medidas que han provocado un profundo malestar social.
«Nos han robado nuestra democracia», denunciaba Soledad Núñez, una comerciante de 53 años de Castilla y León (norte) que lucía dos claveles rojos y una pancarta que rezaba: «¿De verdad crees que cruzando los brazos esto se arregla?».
«Si no hay consumo, yo no puedo vender», dijo, explicando que su tienda tiene cada vez menos clientes como consecuencia de unas medidas de austeridad que reducen el poder adquisitivo de los españoles.
«Toda una serie de medidas han sido adoptadas con decretos leyes, sin que las puedan estudiar los diputados», denunció por su parte una portavoz de Coordinadora #25S, una de las plataformas convocantes.
AFP