Vecinos denuncian que a pesar que muchos de ellos cancelan mensualmente un servicio para la recolección de desperdicios, el camión pasa “cuando le da la gana”. Olores putrefactos, ratas, moscas y gusanos es lo que tienen que soportar quienes viven y trabajan en este popular barrio de Petare
Con moscas, gusanos, ratas y olores nauseabundos tienen que convivir los vecinos de la calle principal de la Zona 5 del Barrios José Félix Ribas, parroquia Petare, municipio Sucre, estado Miranda, pues según denuncian algunos de su habitantes, el camión del aseo urbano, perteneciente a la empresa Sabenpe, pasa sólo dos veces al mes o simplemente “cuando le da la gana”.
Hasta la mitad de la calle suelen llegan las bolsas con desperdicios que se van acumulando en una esquina –no poseen container- por lo que incluso el trasporte de la zona se ve afectado, pues sólo le queda una estrecha orilla para poder transitar. Y aunque traten de evitarlo, se ven obligados a pasar sobre la gruesa “alfombra” de basura, dejando así una estela de suciedad y efluvios desagradables en el camino.
Los que trabajan en el lugar también son víctimas de la insalubridad, ya que lo abastos de alimentos y golosinas no pueden prosperar donde “no se antoja comerse absolutamente nada”, mientras que sólo se deben limitar a vender mercancía seca, pues los productos tales como carne y frutas se contaminan rápidamente.
Inmunes a la suciedad
William Gómez, vecino, quien además tienen un negocio de herrería en la zona, aseguró que ya se han vuelto inmunes a la suciedad y el mal olor, pues son más los días que comparten con esta situación, a los que no. Por ende aseguró, que ya no les perturba tanto vivir con el problema.
“Es más resignación que otra cosa, si nos martirizamos a diario por esto, no saldríamos del caminito de la amargura. Es horrible tener que aprender a convivir con el caos, pero no hay de otra tenemos que seguir guapeando, así sea en estas asquerosas condiciones: haciéndose el loco con el olor y sacudiendo moscas”, describió.
Poder comunal
Por otro lado, Gómez considera que parte de la solución está en manos de la comunidad, pero nadie parece querer formar parte, pues la pulcritud que queda luego de que se recolectan la basura dura sólo unas pocas horas, ya que las personas de diferentes partes del barrio van depositando sus bolsas, hasta que pasado unos días se convierte en una gran montaña de suciedad.
“Ya sabemos que la empresa que se encarga de la limpieza no funciona; por eso deberíamos tomar conciencia y hacer las cosas de manera que no nos perjudiquemos entre nosotros mismos. Cómo es posible que el aseo pase hoy y a la dos horas ya han puesto como 10 bolsas (…) Pero aquí las leyes son las armas, uno prefiere no discutir nada”, manifestó.
Y es que según señaló Gómez, la intolerancia y la delincuencia también forman parte del problema de la basura, pues precisó que no hay “forma ni manera de llegar a un acuerdo entre la comunidad, por ejemplo, poner únicamente basura dos días a la semana. Pero no, sabemos que si lo intentamos nos van a salir con dos piedras en la mano”, destacó.
“Dónde pasa la reina…”
Mary Medina, también habitante del sector, comunicó que en ocasiones los desechos llegan a abarcar un espacio aproximado de cinco por tres metros. Asimismo, se quejó sobre que a pesar de cancelar mensualmente el aseo urbano, nunca reciben el servicio con frecuencia.
“Qué tan inhumano y inaudito puede ser que uno pague por un servicio y nunca se cumpla, cosa que incluso afecta la salud de las personas (…) hasta dos semanas puede durar la basura ahí y nada. Sólo nos toca acostumbrarnos, como mucho ya lo hemos hecho”, recalcó.
De la misma forma, la residente denunció que la parte baja del barrio, el camión recolector puede pasar hasta dos veces al días, pero en la Zona 5 que sólo se distancia por unas cuantas cuadras, puede llegar a tardase hasta más de 15 días. “Esto es normal aquí, todo es hermoso por donde pasa la reina, pero que no se asomen debajo de la alfombra por que se van a llevar su buen susto”, concluyó.
“Aquí sabemos
soportar de todo”
Oscar Ochoa
“La hediondez es insoportable, ya perdí la cuenta de cuantos días se tarde el aseo en venir, mientras tanto tenemos que respirar pudrición pura”
William Gómez
“Estamos acostumbrados a esta situación, ya nos convertimos en inmunes a los olores, moscas, ratas y gusanos, aquí sabemos soportar de todo”
Mary Medina
“Es horrible las dimensiones que toma la basura, pero la empresa recolectora: adiós luz que te apagaste, porque por aquí pasa cuando le da la gana”
AN aprueba 69 millones
para recoger desperdicios
en Petare
Cerca de 69 millones de bolívares fueron aprobados este martes en sesión ordinaria de la Asamblea Nacional, por la vía de crédito adicional, para canalizar soluciones en pro de la recolección de desechos sólidos en Petare, populoso sector de la región capital venezolana, según informa la agencia AVN.
Diputados copartidarios de alcalde Carlos Ocariz, reseña el medio oficial, “en la Asamblea intentaron justificar el drama de la basura en Petare argumentando que el burgomaestre ha sido víctima de recortes presupuestarios y despojado de camiones por parte del Gobierno Nacional para hacer fracasar su gestión”.
En contraste, “legisladores del Partido Socialista Unido de Venezuela, promotores de la iniciativa, desestimaron tales excusas e indicaron que la recolección de basura no ha sido descuidada en otros sectores del municipio Sucre, especialmente en aquellos habitados por la clase media-alta”, agregó AVN.
El diputado Wiliam Ojeda, recién expulsado de las filas de la oposición por denunciar un presunto “paquetazo neoliberal” de Henrique Capriles Radonski, calificó al gobierno municipal de Ocariz del “peor que ha padecido el pueblo de Petare”.
Pese a las partes encontradas, el crédito fue votado positivamente por unanimidad. El monto exacto comprende 68 millones 947 mil 287 bolívares, que serán empleados en la adquisición de camiones recolectores y en la operatividad de un sistema recolector gestionado junto a los consejos comunales.
AVN
Anabel Barrios Díaz
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Fotos: Giovanni Martínez