En solitario, el «monstruo» Roger Clementos lo consiguió dos veces. Y Kerry Woods una. Pero no se había visto en el beisbol tal cantidad de ponchados, 20 en un solo juego de 9 innings, con un trabajo combinado. Es la historia que comparten desde la noche del martes cinco lanzadores de Los Angeles, encabezados por Zack Greinke, quien despachó a 13 en las primeras cinco entradas.
Fue una victoria importante para los Angelinos, porque mantuvieron el tono en su lucha por alcanzar la postemporada. Aunque, la verdad, no marcó avance pues también los Atléticos de Oakland ganaron (en Texas) y la distancia entre ambos se mantuvo igual, en dos juegos, cuando faltan 8 para concluir el calendario.
Pero el trabajo de los lanzadores serafinos mereció los mayores elogios, aunque recibieron 11 imparables y -hecho curioso- ganaron 5-4 pegando solo 8. A Greinke, que dio dos boletos, le pegaron 7, pero solo pudieron hacerle una carrera, en el tercero, por cuadrangular de Justin Smoak.
El estelar lanzador, que se anotó la 15a. victoria (por 5) con 3.42 de efectividad, dejó a 13 bateadores en la estacada, lanzó en strike 77 de sus 110 envíos. Fue su cuarta victoria corrida en un lapso en el cual muestra 5 y 0 con efectividad de 1.62, en la noche de algo que no se veía desde 1920.
Garret Richards llegó del bull pen para lanzar el sexto de manera impresionante: 3 bateadores, 3 ponchados. El único con problemas fue su sucesor, Scott Downs, a quien zarandearon en el siguiente episodio con 3 hits (incluido el segundo cuadrangular de Smoak) y 3 carreras. Sacó dos outs y en su auxilio llegó Kevin Jepsen, quien cerraría también el octavo y agregaría dos pasados por las armas. Finalmente, el colombiano Ernesto Freire tomó la pelota y ponchó a 2 de 3 para salvar el 21 y poner en 20 la cifra global.
En la decisión tuvieron que ver, asimismo, los jonrones de Torii Hunter y Erick Aybar, el segundo para dar la «ventajita» que decidió. Franklin Gutiérrez pegó dos de los imparables marineros. AN